Airbnb ofrece a Almeida alojamientos temporales en el centro y critica su plan de protección como "injusto".
En un reciente intercambio entre Airbnb y el Ayuntamiento de Madrid, la compañía expresa sus reservas sobre el nuevo plan de protección residencial propuesto, que se centra en prohibir las viviendas de uso turístico (VUT) dispersas en los edificios. La empresa sostiene que estas medidas son “injustificadas” y dificultarán la actividad de los anfitriones locales que buscan hospedaje ocasional en el centro de la ciudad.
La misiva, publicada en el sitio web de Airbnb, detalla un conjunto de soluciones que buscan regular eficazmente los alquileres de corta duración en la capital española. Según la compañía, estas propuestas tienen como objetivo permitir que las familias y los negocios locales continúen disfrutando de los beneficios que traen los turistas que se alojan en sus casas, a la vez que se busca mitigar los problemas relacionados con la vivienda y el turismo masivo en ciertas áreas de la ciudad.
Airbnb aboga por un enfoque que difunda el turismo más allá del centro histórico, protegiendo a las comunidades locales y cuestionando un modelo que, según ellos, solo favorece a un limitado número de empresas. La compañía considera que la propuesta actual del Ayuntamiento no cumple con los estándares de proporcionalidad exigidos a nivel europeo, argumentando que su implementación será “muy difícil” y “castigará injustificadamente” a una modalidad de alojamiento que ha contribuido al atractivo turístico de Madrid en la escena internacional.
En el distrito Centro, que ya presenta una alta concentración de alojamientos de alquiler de corta duración, Airbnb sugiere permitir solo a los anfitriones ocasionales, es decir, aquellos que ofrecen su residencia principal o habitaciones durante su estancia. Esta estrategia, según la empresa, buscaría equilibrar la oferta turística con las necesidades de la comunidad local.
Además, Airbnb se compromete a cooperar para asegurar que la reciente normativa europea sobre alquileres de corta duración se implemente de manera uniforme, con el fin de crear un entorno más justo y transparentar la información que permita a los poderes públicos tomar decisiones más informadas.
Airbnb ha revelado que más de 3.500 de sus VUT en Madrid están equipados con sensores de ruido, citando que el promedio de alertas de ruido por dispositivo se mantiene por debajo del 1%, y que la mayoría de los casos se resuelven en menos de una hora. Esta información busca desactivar la percepción negativa que rodea a los alojamientos turísticos en cuanto a su impacto en las comunidades.
La portavoz de políticas públicas de Airbnb para España y Portugal, Sara Rodríguez, enfatiza que la crisis de vivienda es un desafío multifacético. Culpar exclusivamente a los alquileres de corta duración no aborda la complejidad del problema y demanda soluciones más integrales. Asegura que la empresa desea colaborar con las autoridades de Madrid para establecer regulaciones que sean tanto proporcionales como efectivas, atendiendo las diversas necesidades de cada barrio.
Airbnb también advierte que no hay una correlación directa entre el incremento en los precios del alquiler en Madrid y el crecimiento de los alojamientos turísticos. Según la compañía, los alquileres de corta duración representan menos del 1% del total de viviendas en la ciudad, mientras que solo el 20% de los anuncios en su plataforma están exclusivamente dedicados a alojamientos temporales.
De acuerdo con los datos de la empresa, en Madrid existen 97.178 viviendas vacías, lo que representa el 20% del total del parque inmobiliario. Más de la mitad de las propiedades de alquiler de corta duración están distribuidas en 20 barrios fuera del núcleo central, donde representan menos del 1,2% del total de viviendas disponibles.
Además, el análisis indica que los distritos que han visto los aumentos más significativos en los precios de alquiler desde 2015 tienen una baja o nula oferta de alquileres turísticos, sugiriendo que el alquiler de corta duración no es el principal impulsor de la crisis de vivienda en Madrid. En contraste, el distrito Centro, donde sí hay una mayor concentración de este tipo de alojamientos, presenta incrementos en los precios que están alineados con las tendencias del mercado general.
Por último, un estudio interno de Airbnb revela que el 74% de los anfitriones en Madrid afirma que el alquiler les ayuda a afrontar el aumento del costo de vida, y que para un 72% de ellos, esta actividad no representa su principal fuente de ingresos. En 2023, el ingreso medio de un anfitrión en Madrid se sitúa en aproximadamente 6.400 euros al año, que equivale a unos dos sueldos mensuales del salario promedio en el país.
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