Aprobada declaración ambiental de la L11 de Metro, reduciendo impacto en árboles un 36%

Aprobada declaración ambiental de la L11 de Metro, reduciendo impacto en árboles un 36%

La Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid ha emitido un informe favorable sobre el proyecto de ampliación de la Línea 11 de Metro, el cual reducirá el número de árboles afectados en un 36% en comparación con el proyecto anterior. Según fuentes de la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, se prevé una reducción del 20% en la superficie de terreno afectada por las obras.

En total, se verán afectados un total de 879 árboles, de los cuales 676 serán talados y 203 serán trasplantados. El proyecto incluirá también un estudio hidrogeológico para obtener un informe técnico detallado de las condiciones del terreno. La ubicación de la estación en el Parque de la Arganzuela ha generado protestas por parte de los vecinos, lo que llevó al Gobierno autonómico a paralizar la tala de los árboles y realizar un análisis detallado de cada uno para buscar alternativas viables.

En el proyecto modificado, se reducirá de 1.027 a 676 el número de árboles talados en las áreas de las estaciones de Comillas, Madrid Río y Atocha. Además, se ha preservado el 80% de la hilera de árboles de la especie Platanus Hispanica del Parque de Arganzuela.

Antes de proceder a la tala de los árboles situados en las zonas de las estaciones de Comillas, Madrid Río y Atocha, se solicitará el dictamen de la Comisión para la Protección del Patrimonio Artístico y Natural, ya que estos lugares gozan de protección urbanística especial y forman parte del patrimonio mundial. Además, se está estudiando la recomendación de no alojar la subestación eléctrica en los jardines de Palestina para reducir el número de árboles afectados.

La ampliación de la Línea 11 de Metro de Madrid incluirá la construcción de cinco estaciones, con una longitud de 6,9 kilómetros. Además, se construirá un nuevo intercambiador de transportes en la estación de Conde de Casal para unir el sur con el este de la capital. La Consejería de Transporte ha destacado la necesidad de iniciar las obras cuanto antes, debido a la complejidad del proyecto.

El informe de impacto ambiental reconoce que se ha modificado el trazado original para evitar afectaciones a la red del Canal de Isabel II, a las líneas de alta tensión de Unión Fenosa y a los túneles de la M-30 y el Puente de Praga. Durante el proceso, se han tenido en cuenta varios aspectos ambientales, como la contaminación acústica, la calidad del aire, la gestión de residuos y el cambio climático.

Se han establecido numerosas condiciones para minimizar los impactos del proyecto, como la reposición de árboles talados con ejemplares de tamaño similar y la restauración inmediata de las áreas impactadas. También se contempla el mantenimiento de la vegetación y la instalación de pantallas acústicas.

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