Las críticas hacia el liderazgo de Juan Lobato en el PSOE-M han aumentado considerablemente, especialmente a medida que se aproxima el Congreso Federal de Sevilla previsto para este fin de semana. Los detractores del secretario general de la federación socialista madrileña exigen su renuncia y cuestionan su idoneidad para representar al partido en este evento crucial.

La controversia estalló después de que se revelara que Lobato registró en una notaría una conversación de WhatsApp, en la que desde Moncloa se le enviaba un correo electrónico relacionado con la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en el que se aludía a supuestos delitos fiscales. Esta información fue divulgada por el diario 'ABC', generando una ola de críticas entre los miembros de la formación socialista.

Voces dentro del PSOE-M han manifestado su descontento, afirmando que Lobato ha "roto la confianza" y puesto en peligro la estabilidad del partido. En diferentes declaraciones a Europa Press, subrayaron que el envío y registro de dicha conversación fueron un hecho que les resulta "difícilmente comprensible". La situación se complica aún más al conocer que la conversación en cuestión se realizó con Pilar Sánchez Acera, quien tiene una estrecha relación con el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Tras una larga mañana de entrevistas mediáticas, Lobato apareció en una rueda de prensa argumentando que lo registrado era un correo electrónico que ya había sido difundido por los medios, y se negó a proporcionar detalles sobre su conversación con Sánchez Acera. Insistió en que no consultó a ningún miembro del partido antes de acudir a la notaría, considerándolo un asunto "personal". Sus palabras han sido interpretadas con escepticismo por sus opositores internos.

Desde este sector crítico, se cuestionan la capacidad de Lobato para liderar al partido en Sevilla, advirtiendo que su presencia sería poco menos que insostenible. Lo que se plantea en estas discusiones es que, independientemente de la intención detrás del registro notarial, el hecho mismo ha generado una desconfianza considerable en la figura de Lobato, quien ahora enfrenta un clima de tensión dentro de la formación. "Está muerto", afirmaban algunos, remarcando la contradicción de su gestión.

Los detractores afirman que no importa quién haya filtrado la información; lo problemático es el hecho de que Lobato se haya decidido a registrar los mensajes, lo cual sugiere que tiene planes de utilizarlos en el futuro. El ambiente en el partido se ha vuelto francamente hostil, y las voces internas han comenzado a pedir la dimisión inminente del líder, así como la convocatoria de una reunión de la Ejecutiva autonómica para abordar la situación.

En este contexto, Lobato había estado tratando de posicionarse como un candidato fuerte y cercano a la militancia, pero tras este escándalo su posición se ha debilitado drásticamente. "Defender a Ayuso para traicionar a tu partido es incomprensible", decían sus críticos, quien lo acusan de llevar al PSOE-M a una fractura similar a aquella que se vivió en los tiempos de Tomás Gómez.

De cara al Comité Regional del 5 de diciembre, que marcará el inicio de las primarias, el ambiente dentro del PSOE-M es de incertidumbre. Muchos pronostican que Lobato no convocará a una reunión del Grupo Parlamentario y que evitará tratar con la Ejecutiva por miedo a las críticas que podría enfrentar. La presión está en aumento y varios miembros del partido parecen dispuestos a abordar la situación de manera firme.

Con una ironía punzante, un diputado se refirió a la caída de Lobato como una serie de actos que han llevado a su eventual trastabillamiento político. Según él, la situación ha ido "apretando el nudo de la soga", sugiriendo que Lobato podría llegar a Sevilla en un estado muy comprometido, si es que llega. De hecho, deberán enfrentar el arriesgado regreso a Madrid para dar explicaciones sobre su desempeño reciente.

En medio de todo este tumulto, algunos aliados de Lobato han expresado sus inquietudes sobre la filtración que desencadenó esta crisis interna. Señalan que podrías estar vinculadas a otros actores que se beneficiarían de su caída, incluidos algunos en la Presidencia de la Comunidad de Madrid y en Ferraz. Se cuestionan abiertamente las intenciones de quienes promueven una posible gestión interina, dejando abierta la pregunta sobre el futuro que espera al PSOE-M en medio de todo este revuelo.