En un caso que ha causado conmoción en el ámbito de la atención sanitaria, el Juzgado de lo Penal número 8 de Madrid ha dictado una sentencia contra una auxiliar de enfermería implicada en la muerte de un anciano. Esta tragedia se produjo cuando la profesional administró, de manera errónea, la medicación perteneciente a otra paciente que padecía esquizofrenia.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, condena a la auxiliar por homicidio debido a imprudencia profesional grave. Como consecuencia de su actuación, recibirá una pena de seis meses de prisión y un año y medio de inhabilitación para ejercer su profesión.

Los hechos se remontan al 18 de julio de 2018, cuando la auxiliar, que trabajaba en la Residencia de Mayores Reina Sofía, confundió los nombres de los pacientes y suministró medicación ansiolítica y antidepresiva a un residente que no debía recibirla. Ese tratamiento estaba destinado a otra persona con un diagnóstico de esquizofrenia.

A pesar de que la residencia había llevado a cabo dos controles para verificar la correcta organización de los medicamentos, la auxiliar cometió el error al no identificar adecuadamente a los pacientes. En consecuencia, se administró la medicación equivocada, confundiendo a Juliana con Julián.

Tras notar que el paciente presentaba signos de somnolencia excesiva, el personal trasladó a Julián al Servicio de Urgencias del Hospital Puerta del Hierro de Majadahonda, donde, lamentablemente, falleció el mismo día.

Ante la seriedad del incidente, el hospital informó inmediatamente a las autoridades judiciales, lo que llevó a la apertura de una investigación por parte de la Guardia Civil para esclarecer los hechos y dar con la responsable.

Según el Informe Médico Forense, la muerte fue clasificada como violenta, explicando que la combinación de los psicofármacos administrados provocó una depresión respiratoria y cardíaca en el paciente, quien, según sus antecedentes médicos, no estaba acostumbrado a recibir este tipo de sustancias.

La acusación particular fue liderada por el Letrado Carlos Sardinero, quien enfatizó la gravedad de la imprudencia cometida, señalando que la auxiliar violó las normas más elementales de atención hacia un paciente vulnerable cuya vida dependía de su profesionalismo y cuidado.

Curiosamente, a pesar de la gravedad de los hechos, la auxiliar se benefició de una reducción de su condena debido a las dilaciones en el proceso judicial, lo que ha suscitado críticas sobre la efectividad del sistema de justicia en casos de negligencia médica.