En la sesión de control en la Asamblea de Madrid, la presidenta Isabel Díaz Ayuso ha expresado su rotundo rechazo a la creación de un registro de objetores de conciencia en el ámbito del aborto, argumentando que esta medida podría comprometer varios principios fundamentales establecidos en la Constitución Española.

Ayuso se dirigió a Manuela Bergerot, portavoz de Más Madrid, tras su solicitud de que la Comunidad cumpla con la legislación vigente al proporcionar el listado de objetores, una petición que fue respaldada por la ministra de Sanidad, Mónica García. La presidenta enfatizó que esta lista podría verse como una violación del derecho a la libertad ideológica y religiosa consagrado en la Constitución.

Enumeró diversos artículos que, a su juicio, podrían verse amenazados por el registro. Desde el artículo 14, que garantiza la igualdad ante la ley, hasta el 16, que defiende la libertad de conciencia, Ayuso hizo hincapié en la importancia de respetar los derechos individuales, y citó además normativas internacionales sobre derechos humanos que protegen la libertad de pensamiento y de religión.

La presidenta también mencionó un artículo relacionado con la objeción de conciencia aprobado por la Organización Médica Colegial, que sostiene que los médicos tienen derecho a rechazar prácticas que vayan en contra de sus convicciones personales. En un tono provocador, Ayuso incluso aludió a la opinión de ciertas comunidades religiosas sobre el aborto, sugiriendo que ciertos puntos de vista deben ser considerados en el debate.

En defensa de los médicos, reiteró que la Comunidad de Madrid no impondrá ninguna obligación que vaya contra su conciencia y descartó la idea de elaborar una lista que identifique a médicos según sus posiciones sobre el aborto. Este rechazo se presentó en el contexto de su preocupación por las altas cifras de abortos en España, que ella considera un reflejo de un fracaso social y que, a su entender, podrían evitarse en muchos casos.

Finalmente, la presidenta reafirmó su compromiso de que no se estigmatizará ni se señalará a nadie, ya sea por decidir abortar o por negarse a hacerlo, así como a los profesionales de la salud involucrados en estas decisiones. Por su parte, Bergerot continuó insistiendo en que este registro es esencial y advirtió a Ayuso sobre los peligros de desafiar el derecho al aborto, recordando la experiencia de su predecesor, Alberto Ruiz Gallardón, quien enfrentó una fuerte respuesta del movimiento feminista por sus políticas al respecto.

Concluyó su intervención enfatizando que, si realmente les importara la vida y la seguridad de las mujeres, su prioridad debería ser garantizar el acceso a servicios de aborto seguros y gratuitos, una crítica directa a la postura del Partido Popular y su presidenta sobre la cuestión.