El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad de Madrid, Borja Carabante, ha revelado que actualmente hay alrededor de 16.000 pisos turísticos distribuidos por los edificios residenciales de la capital española. Esta cifra, presentada en una reciente entrevista en 'Telemadrid', pone de manifiesto la creciente preocupación en torno a la coexistencia de turistas y residentes en la ciudad.

Carabante explicó que el propósito del Plan Reside es evidente: crear un modelo de convivencia más equilibrado, donde coexistirán edificios destinados exclusivamente a vecinos y aquellos reservados para el uso turístico. Este enfoque busca atender las inquietudes de los residentes, que en su mayoría enfrentan conflictos de convivencia debido a la proliferación de turismo en áreas habitacionales.

Una de las iniciativas más destacadas del Plan Reside, que se presentó la semana pasada en la Junta de Gobierno, es la prohibición de nuevas viviendas turísticas en zonas residenciales del centro de Madrid. Esta medida busca mitigar las tensiones que han surgido entre ambas comunidades, en un contexto donde muchas ciudades, especialmente las capitales europeas, han tomado decisiones que han llevado a la expulsión de los vecinos del centro urbano.

El delegado enfatizó que la necesidad de encontrar un equilibrio en el centro de la ciudad es urgente y que Madrid debe aprovechar esta oportunidad para abordar el problema de manera proactiva. “La convivencia, en la gran mayoría de los casos, genera conflictos. Otras ciudades lo han enfrentado, y queremos hacer lo correcto aquí”, agregó Carabante, subrayando la importancia de las decisiones que se están tomando.

El Plan Reside se articula en torno a dos ejes principales, que abarcan tanto la almendra central de la ciudad como el resto de la misma, con el objetivo de eliminar los anillos que han complicando esta problemática. Además, está previsto transformar aproximadamente 215 edificios con carácter dotacional privado para destinarlos a alquiler asequible o coliving, prohibiendo la dispersión de viviendas de uso turístico en estos espacios y estableciendo un límite de 15 años para el uso turístico relacionado con la rehabilitación en el centro histórico.