En un operativo dirigido a garantizar la seguridad alimentaria, la Policía Municipal de Madrid llevó a cabo una importante intervención el pasado 28 de octubre en Usera, donde se descubrieron miles de productos de confitería en condiciones irregulares. Esta acción formó parte de una campaña especial con motivo de Halloween, centrada en la protección de la salud de los más jóvenes, quienes son los principales consumidores de estos artículos.

Durante la inspección en un establecimiento de la calle Nicolás Usera, administrado por ciudadanos de origen chino, los agentes hallaron una alarmante cantidad de golosinas y otros alimentos sin el etiquetado adecuado. Estos productos, que atraen la atención de los niños gracias a sus envoltorios coloridos, presentaban serios problemas de información al contener alérgenos como mantequilla, leche o cacahuetes sin advertencias visibles para los consumidores.

Además, muchos de los productos no incluían información crucial como el número de lote, el nombre del distribuidor en España o la fecha de producción. Resultó particularmente preocupante que las instrucciones y advertencias estuvieran solo en chino, sin ninguna traducción al español, lo que puede resultar confuso y peligroso para los compradores locales. Algunos de estos artículos incluso habían superado su fecha de caducidad durante más de un año.

La diligencia de los inspectores permitió inmovilizar inicialmente 500 artículos, pero tras una evaluación más profunda realizada por los técnicos del Departamento de Salud de la Junta Municipal de Usera, el número final de productos decomisados ascendió a un total de 9.830. Se ha levantado acta de la inspección, que será tramitada según la normativa vigente en materia de salud y consumo, subrayando la necesidad de mantener un comercio seguro para todos los ciudadanos.