Más de 400.000 personas se han manifestado en Madrid, en una movilización que demanda el cese inmediato del genocidio que enfrenta el pueblo palestino y un fin contundente al comercio de armas y a las relaciones con el Estado de Israel.
La marcha, que tuvo lugar el sábado por la tarde, convocó a decenas de miles de ciudadanos a salir a las calles en solidaridad con Palestina. Según datos de la Delegación del Gobierno en Madrid, cerca de 100.000 personas se unieron a la protesta que comenzó en Atocha y culminó en la Plaza de Callao.
Los organizadores, entre ellos la Asociación Hispano-Palestina Jerusalén (AHPJ) y la Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (RESCOP), han estimado que la cantidad total de asistentes superó los 400.000, lo que indica un apoyo masivo a la causa palestina.
Los manifestantes han expresado su mensaje a través de lemas como "Alto al genocidio en Palestina" y "Matar niños no es defenderse", mostrando su apoyo con banderas palestinas y mensajes de paz. La marcha culminó con la lectura de un manifiesto en Callao, donde un grupo de participantes decidió realizar una sentada en la Gran Vía para seguir haciendo visible su mensaje, mientras que la Policía Nacional intervino para limitar el avance de la manifestación hacia la Plaza de España.
UN CLAMOR A NIVEL NACIONAL
La protesta de Madrid se suma a un movimiento más amplio que ha tenido lugar en varias ciudades españolas, incluidas Barcelona, donde se estima que entre 70.000 y 300.000 personas participaron, dependiendo de la fuente. En total, alrededor de 17 localidades en toda España han organizado manifestaciones para exigir el fin de las relaciones con Israel y el comercio de armas, en un esfuerzo por detener la crisis humanitaria en Gaza.
Este evento se realiza justo antes de conmemorarse el segundo aniversario del ataque de Hamás contra Israel, que llevó a un aumento de la violencia y a un elevado número de víctimas entre la población palestina, según informes que señalan más de 66.000 muertos en Gaza debido a la ofensiva israelí desde entonces.
Además, las manifestaciones se dan en el contexto de la detención de los miembros de la Global Sumud Flotilla, un grupo de activistas que fue interceptado por la marina israelí mientras intentaban acercarse a la zona de exclusión marítima en Gaza.
UN LLAMADO A LA AUTODETERMINACIÓN
Los organizadores de las protestas han reiterado su demanda de que se reconozca el derecho a la autodeterminación del pueblo palestino. Ibrahim Zaytouni, portavoz de Madrid con Palestina, enfatizó que son los propios palestinos quienes deben decidir su futuro, advirtiendo que no se puede hablar de una solución definitiva sin antes abordar la descolonización de Palestina.
Zaytouni también destacó la importancia del reinicio de las negociaciones, aunque expresó que cuestiones fundamentales como la detención de genocidio y el hambre no deberían ser objeto de ninguna negociación.
La presidenta de la AHPJ, Saida Ghodaieh, exigió un "alto inmediato al genocidio" en Gaza y la entrada urgente de ayuda humanitaria, instando a los gobiernos a cumplir con el derecho internacional. Ghodaieh hizo un llamado para llevar ante la justicia a los responsables de crímenes de guerra.
Laura Ferre, de RESCOP, hizo un fuerte llamado a un "embargo integral" de armas hacia Israel, calificando de insuficiente el decreto que se discutirá en el Congreso, ya que, según ella, el Estado español no puede justificar el mantenimiento del comercio de armamento después de dos años de crisis severa en la región.
UN ENFOQUE POLÍTICO FIRMEMENTE OPUESTO
En la manifestación estuvo presente la ministra de Sanidad, Mónica García, quien subrayó la importancia de aprobar el decreto de embargo de armas en el Congreso, argumentando que esta representación legislativa es vital para frenar el genocidio y defender los derechos del pueblo palestino.
Otros líderes políticos, incluyendo miembros de Sumar como Lara Hernández, han instado a los partidos a no oponerse a esta iniciativa, advirtiendo que hacerlo sería alinearse con la barbarie. Hernández insistió en que la legitimidad del apoyo a la causa palestina depende de las decisiones que se tomen en el ámbito político.
Asimismo, representantes de Podemos, como Ione Belarra e Irene Montero, manifestaron su deseo de que el gobierno español rompa la relación con los "genocidas" y apoyaron a los activistas detenidos en la Global Sumud Flotilla, cuestionando por qué no se les ofrece el mismo grado de atención que si se tratara de acciones llevadas a cabo por otros gobiernos. Su mensaje es claro: es momento de actuar y defender de manera contundente los derechos humanos en el contexto del conflicto israelo-palestino.
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