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Comienza el juicio en la Audiencia de Madrid por el asesinato de Juana Canal

Comienza el juicio en la Audiencia de Madrid por el asesinato de Juana Canal

En mayo de 2019, se encontraron huesos pertenecientes a Juana Canal en una finca en Ávila, lo que finalmente permitió resolver el crimen de la vecina de Ciudad Lineal que desapareció en 2003.

El juicio que comenzará el lunes en la Audiencia Provincial de Madrid pondrá a Jesús Pradales en el banquillo como presunto autor del homicidio, casi dos décadas después de la desaparición de Juana.

La vista se llevará a cabo desde el 16 de septiembre hasta el 4 de octubre, con un jurado popular que será seleccionado en la primera jornada del juicio.

Tanto la Fiscalía de Madrid como la acusación particular, representada por el abogado Juan Manuel Medina, piden una condena de quince años de prisión por homicidio, con agravantes de parentesco y género respectivamente.

Previo al juicio, la defensa de Pradales intentó sin éxito solicitar la nulidad de ciertas diligencias post-2020, incluyendo su detención y declaración ante la jueza.

En la versión de Pradales ante la jueza en octubre de 2022, alegó que Juana lo amenazó con un cuchillo durante una discusión y que golpeó a la víctima accidentalmente en defensa propia.

El hallazgo de los restos en 2019 llevó a la detención de Jesús en octubre y a su posterior ingreso en prisión provisional. Sin embargo, la jurisdicción se trasladó a los juzgados de Madrid, donde se cree que ocurrieron los hechos delictivos.

La resolución judicial establece que Pradales habría golpeado a Juana en el cuello, causándole la muerte, antes de trasladar y enterrar su cuerpo en Ávila.

Mientras el fiscal solicita 15 años de prisión por homicidio, la familia de la víctima suma una circunstancia agravante de género a la pena solicitada.

Por su parte, la defensa de Pradales argumenta que no hay pruebas suficientes para incriminar a su cliente y pide que se considere el homicidio con atenuantes de confesión y dilaciones indebidas de forma subsidiaria.

En su versión de los hechos, la defensa alega que Juana era una consumidora adicta y depresiva, y afirma que Pradales actuó en defensa propia durante la trágica discusión que llevaría a la muerte de la víctima.

Según la defensa, Pradales trató de protegerse de los golpes de Juana, provocando de manera involuntaria su fallecimiento tras un impacto fortuito durante el forcejeo.

Posteriormente, por temor a ser acusado de manera intencionada, Pradales ocultó el cuerpo de Juana en Navalacruz, sin revelar lo sucedido a nadie.