El triatleta español Dani Molina se mostró eufórico al poner fin a un arduo viaje en el desierto, donde ha llorado y sufrido, al proclamarse campeón paralímpico en los Juegos de París. Para Molina, este logro representa su día más feliz a nivel deportivo.

En declaraciones a los medios, Molina expresó que ha pasado 20 años atravesando dificultades, viendo a otros deportistas competir en los Juegos mientras él se quedaba en casa. Sin embargo, finalmente tuvo la oportunidad de competir en triatlón en París, gracias a la inclusión de su categoría.

El triatleta madrileño siempre supo que sería campeón paralímpico y trabajó arduamente bajo la dirección de su entrenador. Tras 7 años de trabajo, logró su objetivo y se coronó con el oro en los Juegos de París.

Molina destacó su estrategia en el segmento de ciclismo, señalando que tenía un plan calculado para recuperar terreno en la etapa de carrera a pie. Con el apoyo de su entrenador, logró mantener la confianza y alcanzar la victoria.

El nuevo campeón paralímpico describió la emoción de cruzar la línea de meta y celebrar con su familia, quienes le brindaron un apoyo inquebrantable. Molina aseguró que este oro es único y representa el culmen de su carrera en triatlón.

Para Molina, la victoria en París es un logro que se debe presumir y guardar con orgullo. Destacó la importancia del descanso para los deportistas y señaló que, a pesar de las dificultades, el lugar y el circuito de la competición fueron excelentes.

En resumen, Dani Molina logró alcanzar su meta de ser campeón paralímpico, superando obstáculos y desafiando las adversidades. Su victoria en París es un hito en su carrera deportiva, digno de celebración y reconocimiento.