Desconcierto y preocupación reinan entre los militantes y seguidores de la sede del PP al darse cuenta de que los resultados del escrutinio de las elecciones generales no reflejan la mayoría prometida por el presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo, durante la campaña.
Como parte de su estrategia para animar a los asistentes, el PP había organizado un evento con música del DJ Pulpo y había instalado el icónico balcón de Génova, símbolo de las victorias electorales del partido.
Sin embargo, pasadas las 22.00 horas y con más del 75% de los votos escrutados, el PP obtiene una victoria mínima (132 escaños frente a los 126 del PSOE), lo que significa que no se materializa el tan esperado "cambio de ciclo" y la "marea azul" que la dirección nacional del partido tenía en mente para esta noche.
Antes de que comenzara el escrutinio y con solo encuestas anticipando los resultados, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, había pronosticado una "buena noche electoral", asegurando que todo parecía indicar que el Partido Popular sería la "primera fuerza política". Además, hizo hincapié en la disminución del PSOE y Pedro Sánchez, señalando que sería la primera vez en 27 años que un presidente en funciones perdería las elecciones.
Aunque al principio del escrutinio, fuentes del PP pedían prudencia y aseguraban que era demasiado temprano para sacar conclusiones, los nervios y la tensión fueron en aumento a medida que avanzaba el recuento, ya que el PP obtuvo una victoria pírrica y el PSOE incluso ganó varios escaños en comparación con las elecciones de 2019, donde obtuvieron 120 diputados.