La protesta, que se convirtió en un evento controversial, dejó un total de 34 detenidos y 64 heridos, resaltando la tensión entre las fuerzas del orden y los manifestantes, de los cuales 27 eran miembros de la policía.
Este lunes, el caso del primer 'Rodea el Congreso', convocado en la capital hace 12 años, llega finalmente a los juzgados de lo Penal, donde 21 activistas se sentarán en el banquillo con unas penas acumuladas que alcanzan los 121 años de cárcel.
A pesar de que la manifestación comenzó como una confluencia pacífica de miles de personas en la plaza de Neptuno, su objetivo era claro: protestar contra la corrupción institucional. Sin embargo, la situación se tornó caótica cuando las fuerzas policiales disolvieron la concentración a través de cargas, resultando en un saldo significativo de detenciones y heridos.
La Audiencia Nacional ha decidido procesar a ocho de los organizadores del evento, mientras que la Fiscalía de Madrid ha presentado un escrito de acusación que incluye varios delitos, desde desórdenes públicos hasta atentado contra la autoridad. El juicio se llevará a cabo en el Juzgado de lo Penal número 20, y se espera que se extienda hasta el 28 de noviembre.
Los acusados se enfrentan a penas que oscilarían entre 3 años y 8 meses y 8 años y 2 meses de prisión, sumando un total de 121 años solicitados por la Fiscalía. La gravedad de los cargos refleja la intensa criminalización de la protesta social en el contexto político actual.
Narrando los hechos, la Fiscalía sostiene que el 25 de septiembre de 2012, un nutrido grupo de manifestantes se reunió alrededor del cordón de seguridad que rodeaba el Congreso de los Diputados, levantando voces contra la corrupción. Algunos individuos, incitados por otros, comenzaron a treparse sobre las vallas de seguridad, instando a la multitud a romper el cerco policial con gritos como "vamos a tomar el Congreso, ahí están los ladrones".
La situación se descontroló cuando uno de los acusados, al escalar la valla, incitó a los presentes a desafiar la autoridad policial. En medio de esta efervescencia, los manifestantes comenzaron a lanzar diversos objetos, incluidos botellas y piedras, hacia los agentes encargados de mantener el orden.
Alrededor de las 19 horas, a pesar de múltiples advertencias por parte de la policía, los manifestantes comenzaron a coordinarse en un intento concertado de derribar el perímetro de seguridad. Con esta acción, varios descontentos arremetieron con objetos y atacaron a los agentes que intentaban restaurar el orden.
Los disturbios rápidamente se expandieron desde la Plaza de Cibeles hasta la fuente de Neptuno, donde grupos de personas se organizaron para desafiar y atacar a la policía, utilizando objetos de todo tipo y formando emboscadas con el aparente objetivo de frustrar la paz de la manifestación.
Ya hacia las 22:30, alrededor de 200 personas se agruparon en la zona de la estación de Atocha, repitiendo el mismo patrón de confrontación que había marcado la jornada. Increpando a los agentes de seguridad y causando daños en la infraestructura de la estación, algunos manifestantes cruzaron las vías, lo que interrumpió el tráfico ferroviario y provocó un aumento en la violencia, con objetos arrojados hacia las fuerzas del orden, incluyendo piedras.
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.