El antiguo Vicente Calderón se convierte en el parque Atlético de Madrid, cerrando la transformación de Madrid Río.
Una nueva era para el Atlético de Madrid: una cápsula del tiempo marca el recuerdo del Vicente Calderón
En un acto simbólico que amalgama el pasado y el futuro, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, junto al presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, han inaugurado un nuevo parque que se levanta en el antiguo emplazamiento del estadio Vicente Calderón. Este nuevo espacio verde, que forma parte del proyecto Madrid Río, se extiende sobre el terreno que antes ocupaba el corazón del campo, el centro del juego del antiguo estadio, e incorpora una cápsula del tiempo que resguarda recuerdos inolvidables del club.
El parque ha sido diseñado como una pradera extensa, con matices circulares que evocan el espíritu festivo y los recuerdos vibrantes de los partidos que allí se celebraron durante más de cinco décadas. La ceremonia se realizó en el marco de una completa transformación ambiental en el área Mahou-Calderón, la cual apunta a revitalizar un espacio antes marcado por la urbanización, logrando una conexión más fluida y accesible para todos los ciudadanos.
Los trabajos, que abarcan más de 67.000 metros cuadrados y han tenido un presupuesto de 12 millones de euros, han sido gestionados por la Junta de Compensación Ribera del Calderón, con supervisión del Área de Obras y Equipamientos. Durante su visita, Almeida enfatizó que esta transformación es un ejemplo brillante de lo que debería ser una ciudad moderna, priorizando el bienestar de sus ciudadanos a través de espacios públicos de calidad, áreas verdes y mejores infraestructuras de comunicación.
La cápsula del tiempo, depositada en la misma ubicación que el césped del antiguo campo, es un homenaje a la rica historia del Atlético de Madrid. En su interior, se hallan objetos significativos: una pieza de césped, una piedra, una butaca del Calderón, así como una camiseta del equipo y fotografías emblemáticas que capturan los momentos culminantes en la historia del club. Cerezo, visiblemente emocionado, reflexionó sobre los 51 años de historia del estadio, resaltando la difícil tarea de dejar atrás un lugar que atesora tantos recuerdos.
El diseño del nuevo parque, caracterizado por una gran pradera y flanqueado por hileras de árboles frondosos, busca ofrecer un espacio armonioso que evoluciona con las estaciones. Además, incluye una pista informal de atletismo, atendiendo así las necesidades de varias asociaciones y grupos comunitarios, puesto que Madrid avanza hacia un modelo de urbanismo inclusivo.
La culminación de este proyecto ambiental también se traduce en una significativa reforestación, con más de 1.200 árboles, 4.500 metros cuadrados de césped y 9.000 arbustos de diversas especies, todo ello enmarcado en un paseo accesible de 620 metros que sigue la orilla del río Manzanares y conecta las áreas circundantes de Madrid Río.
El mobiliario urbano ha sido diseñado para mantener la uniformidad con el resto de Madrid Río, resistiendo el paso del tiempo y contribuyendo a la estética del lugar. Este nuevo espacio verde no solo es un pulmón para la ciudad; también es un ejemplo a seguir en términos de sostenibilidad, utilizando iluminación eficiente, materiales reciclables y técnicas de riego que aprovechaban agua regenerada.
La estructura del parque está dividida en tres áreas debido a la topografía creada por el cubrimiento de la M-30, con taludes vegetales que suavizan las diferencias de altura y bancos de granito que ofrecen áreas de descanso. Esta planificación garantiza que todos los ciudadanos puedan disfrutar de los paisajes y la naturaleza envolvente que rodea esta nueva joya urbana.
Un sendero para ciclistas, que se extiende por un bosque de pinos, asegura una integración armónica entre la movilidad sostenible y el disfrute del entorno natural. Con un enfoque accesible y amigable, el acceso al parque se facilita mediante el puente de San Isidro, permitiendo un flujo constante de visitantes.
En una fase futura, se prevé la edificación de una pasarela peatonal que unirá los distritos de Carabanchel y Arganzuela, respondiendo a una larga aspiración de las comunidades locales y ampliando aún más las conexiones en la ciudad. Este ambicioso proyecto está previsto para ser redactado en 2025, marcando un paso adicional hacia un Madrid más integrado y accesible para todos.
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