MADRID, 25 de noviembre. Hoy, en conmemoración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, Madrid ha sido escenario de una nueva división en el movimiento feminista. En la capital española se han llevado a cabo dos manifestaciones distintas, las cuales han reunido a unas 6.500 personas, según la Delegación del Gobierno.
Una de las marchas, organizada por el Foro de Madrid, transcurrió por la emblemática Gran Vía, portando una pancarta que clamaba por "combatir el sexismo". Este evento logró congregar a 3.500 personas, aunque las organizadoras elevan la cifra a 10.000. Por otro lado, la manifestación impulsada por la Comisión 8M del Movimiento Feminista de Madrid, que comenzó en la Glorieta de Atocha, reunió a 3.000 personas, cifra que las organizadoras han elevado a 70.000.
Las participantes de la marcha del Foro de Madrid corearon consignas en favor de la abolición de la prostitución y en contra de la gestación subrogada. Esta manifestación fue un punto de encuentro para las feministas de base que se consideran 'históricas' en el activismo, al iniciar su recorrido cerca de las 19:00 horas desde Cibeles, lanzando gritos como "aquí estamos las feministas abolicionistas".
Bajo la pancarta que proclamaba 'Combatir los sexismos para erradicar la violencia contra las mujeres', las manifestantes inundaron la Gran Vía con llamados como "violadores y machistas os tenemos en la lista" o "solemos de noche quiero llegar segura". También retumbaban en la calle consignas como "ninguna niña nace para puta" y "cuidado, cuidado, puedes tener a Errejón al lado", en alusión al exdiputado de Sumar, señalado por acusaciones de acoso sexual.
Entre los carteles que llevaban se podían leer mensajes contundentes como "las mujeres exigimos respeto", "no significa no" y "fin a la cultura de la violación", entre otros. También se sintió la presencia de mujeres vestidas con túnicas y máscaras blancas, en una representación conocida como 'compaña feminista', quienes llevaron carteles que conmemoraban a las víctimas de feminicidios en España este año, nombrando a cada una con su edad y lugar de origen.
Antes del inicio de la marcha, representantes del Foro de Madrid y del Movimiento Feminista de Madrid se dirigieron a los medios para reflexionar sobre lo logrado en la lucha contra la violencia machista, aunque advirtieron que la Ley de 2004 se ha quedado "obsoleta". Hicieron un llamado a la "unidad ciudadana y respuesta institucional".
Marta Cárdoba, portavoz del Foro, expresó su descontento por la existencia de dos manifestaciones en un mismo día: "No hay razón alguna para que en el 25N haya dos manifestaciones diferentes". Respondió a las preguntas de los periodistas refiriéndose a la Comisión 8M, sugiriendo que debían aclarar las razones de su separación: "(Las razones) se las tendrían que preguntar a ellas, que son nuevas en esto".
El Foro de Madrid, entre sus principales demandas, rechazó enérgicamente la violencia sexual, la violencia de género, y la gestación subrogada, insistiendo en la necesidad de que los recursos destinados a combatir la violencia de género sean accesibles para las mujeres más vulnerables, incluyendo a las que tienen discapacidad. Se reiteró la petición de abolición de la prostitución y que los fondos del Pacto contra la Violencia de Género se utilicen efectivamente para los fines previstos.
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, estuvo presente en la manifestación del Foro de Madrid y subrayó cómo la juventud "se alimenta" de las redes sociales, donde se manifiestan conductas violentas y machistas, afirmando que "la violencia a través de las redes sociales y la pornografía en Internet son problemas serios que deben ser abordados con seriedad".
También asistió a la marcha la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, quien se retiró antes de que la manifestación llegara a Callao, uniéndose a la pancarta del PSOE que mostraba la consigna 'Mujeres iguales y libres'.
Aproximadamente a las 21:00 horas, se llevó a cabo la lectura de un manifiesto en la Plaza de España, donde las organizadoras expresaron su preocupación por aquellos que intentan desvirtuar la protesta con intereses ajenos.
Mar (65 años) y Eva (55), dos asistentes, compartieron con Europa Press que participar en la manifestación del 25N "es una tradición". Ambas coincidieron en que la marcha del Foro de Madrid es "la de toda la vida" y manifestaron que la convocatoria de la Comisión 8M "no respeta a las mujeres".
Por su lado, en la manifestación organizada por la Comisión 8M, se escucharon consignas que abogaban por un feminismo inclusivo, tales como "Mujeres con pene, mujeres con vagina, hay muchas más mujeres de las que te imaginas", además de exigir la derogación de la Ley de Extranjería y el reconocimiento de la violencia obstétrica, así como el fin del genocidio en Gaza.
Iniciada a las 19:20 horas con el lema 'Juntas, el miedo cambia de bando' y acompañada de batucada, esta marcha hizo un llamado a la necesidad de políticas de prevención de la violencia, especialmente para mujeres mayores, migrantes, en situación precaria y personas trans.
Las organizadoras también exigieron que el servicio de atención a las violencias machistas sea prestado exclusivamente por personal funcionario, en lugar de ser externalizado, haciendo hincapié en la importancia de contar con profesionales cualificados en este ámbito.
El clima de la jornada estuvo marcado por la controversia en torno al exportavoz de Sumar, Íñigo Errejón, al que las portavoces de la Comisión 8M llamaron la atención, enfatizando que "no es noticia que un hombre, sea político o de cualquier otro ámbito, tenga actitudes machistas". Señalaron que la verdadera noticia es que "las mujeres nos estamos organizando para denunciar esas violencias", como afirmó Amaia Ugarte.
De igual manera, la eurodiputada de Podemos, Irene Montero, presente en la marcha, criticó a Errejón y subrayó que "ya no toleramos la impunidad de los agresores ni a aquellos que intentan protegerles". Montero estaba acompañada por Ione Belarra, secretaria general de Podemos, y la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego.
La manifestación reflejó una diversidad generacional, mostrando una fuerte participación de mujeres mayores. Charo, una veterana activista, resaltó la relevancia continua de reclamar derechos en un contexto donde la violencia "se está agudizando".
Asimismo, Miguel, un bebé de dos meses, asistió por primera vez al 25N envuelto en un pañuelo y usando cascos para protegerse del ruido, acompañado por su madre Belén y una amiga, María. "Es fundamental dar voz, es algo muy necesario, y espero poder educar a mi hijo en la justicia y otra masculinidad", declaró Belén.
Durante la protesta, sonaron cánticos en contra de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, con consignas que enfatizaban que "las mujeres quieren llegar borrachas a casa", mostrando carteles con lazos negros en memoria de las víctimas de la violencia de género.
En un momento del recorrido, la manifestación se detuvo en Cibeles para llevar a cabo la lectura de los nombres de las mujeres y menores asesinados este año, seguido de un minuto de silencio que marcó el cierre de esta emotiva marcha.
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