La defensa del acusado está solicitando una condena de dos años y medio de prisión por cada uno de los homicidios ocurridos en Morata de Tajuña, en un caso que ha conmovido a la comunidad y ha hecho saltar las alarmas sobre la salud mental y la violencia. Este proceso judicial, que ha dado inicio el 21 de octubre de 2023 en la Audiencia Provincial de Madrid, se centra en el crimen de tres hermanos, cuyos cuerpos fueron encontrados carbonizados en enero de 2024.

Durante la primera sesión, el jurado popular fue seleccionado y ambas partes presentaron sus alegatos iniciales. El acusado, Dilawar Hussein, un ciudadano paquistaní, está argumentando que su conducta estuvo influenciada por un estado de arrebato y un trastorno paranoide, lo que podría llevar a una reducción de su pena en caso de que el tribunal lo considere pertinente.

El fiscal, por su parte, ha solicitado una condena de 36 años de prisión, acusándolo de tres homicidios y un delito de quebrantamiento de condena. En su argumentación, el fiscal ha mencionado una atenuante debido a un supuesto alteración psíquica, mientras que la defensa busca que la pena se reduzca a siete años de cárcel, acusando a su cliente de homicidio con atenuantes por trastorno de personalidad paranoide, confesión y estado de arrebato.

El abogado defensor argumentó que, en el momento de los hechos, Dilawar se encontraba en una situación desesperante, ya que estaba en la calle debido a una deuda impaga con las víctimas. Además, alega que su cliente culpa a las hermanas de la muerte de su madre, lo que lo llevó a actuar impulsivamente.

A través de su alegato, la defensa también subrayó la situación de necesidad extrema en la que se encontraba Dilawar, quien necesitaba enviar dinero a su país para el tratamiento médico de su madre, lo que no pudo hacer debido a las deudas que las víctimas le habían acumulado.

Sigue investigándose el contexto que llevó a la tragedia; las hermanas habían estado involucradas en lo que se conoce como una "estafa amorosa" a través de internet, que les llevó a pedir un préstamo considerable a Dilawar, quien al parecer les había alquilado una habitación anteriormente.

En anteriores sucesos, un juez había impuesto una orden de alejamiento a Dilawar respecto a una de las hermanas debido a acusaciones de acoso y amenazas. Este trasfondo queda en el marco del juicio donde las emociones y el estado mental del acusado son clave para comprender sus acciones.

Los trágicos eventos se produjeron el 17 de diciembre de 2023, cuando Dilawar, después de escalar un muro, accedió al hogar de los hermanos. La secuencia de violencia no solo cobró vidas, sino que también abrió un debate sobre la salud mental y los factores que pueden llevar a una persona a cometer actos tan extremos.

El descubrimiento de los cadáveres, alertado por los vecinos que no habían visto a las víctimas durante semanas, se produjo a finales de enero, desencadenando una serie de investigaciones que finalmente llevaron a la detención de Dilawar el 22 de enero de 2024.

La elucubración sobre el estado mental del acusado es central en este caso, ya que la defensa insiste en que el trastorno de personalidad con rasgos paranoides que padece podría jugar un papel fundamental en su culpabilidad y la reducción de su condena. Desde su arresto, se han producido otros incidentes de violencia, lo que añade más complejidad a su perfil y a la gravedad de la situación.

Los próximos días del juicio prometen ser críticos, dado que las pruebas periciales de los médicos forenses que examinaron a Dilawar podrían influir en la decisión final del tribunal, que deberá evaluar si las capacidades cognitivas y volitivas del acusado estaban realmente alteradas en el momento de los hechos.