24h Madrid.

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Emilio 'El Loco' admitió ante la Guardia Civil haber descuartizado a su suegra y enterrado los restos a 400 metros de su hogar.

Emilio 'El Loco' admitió ante la Guardia Civil haber descuartizado a su suegra y enterrado los restos a 400 metros de su hogar.

La defensa presenta su estrategia judicial en un caso criminal que ha captado la atención de la sociedad española, solicitando una eximente completa que alegue una alteración psíquica en el acusado, mientras que la familia de la víctima clama por la máxima pena posible: la prisión permanente revisable.

El acusado, conocido como Emilio R. M. y apodado 'El Loco', confesó ante la Guardia Civil que en julio de 2021 perpetró un brutal crimen contra su suegra, a quien mató con un hacha y un serrucho, para luego desmembrar su cuerpo y esconder los restos en bolsas en un descampado cercano a su hogar en Chapinería, donde vivía junto a la fallecida y una de sus hijas. Esta escalofriante revelación fue expuesta por la instructora del atestado durante el juicio que comenzó esta mañana en la Audiencia Provincial de Madrid.

En el proceso judicial, 'El Loco' se enfrenta a una petición fiscal de 18 años de prisión por asesinato, mientras que la familia de la víctima exige una pena de prisión permanente revisable, reflejando la gravedad del crimen que ha dejado a la comunidad en estado de shock.

La defensa del acusado argumenta que su cliente padece un trastorno mental que justificaría su internamiento en un centro psiquiátrico en lugar de una prisión convencional, intentando así obtener una exención de responsabilidad total por sus actos. En el banquillo de los acusados se encuentra también África, la hija de la víctima y pareja del acusado, a quien la acusación particular imputa un posible encubrimiento.

El abogado de la familia de la víctima sostiene que la implicación de África podría ser más profunda de lo que parece, insinuando incluso que pudo haber participado activamente en el crimen. Además, se ha revelado que la víctima tenía cocaína en su sangre, lo que sugiere que los acusados podrían haberle administrado la sustancia sin su conocimiento, potencialmente para deshabilitarla física y cognitivamente.

Testigos y vecinos de Chapinería recordaron que, semanas antes del asesinato, observaron a la pareja de acusados trasladando a la mujer, quien mostraba un semblante extraño que contrastaba con su comportamiento habitual. Estas inquietantes observaciones han añadido más contexto a la historia que ha horrorizado a la comunidad.

En la fase de instrucción, el acusado realizó una escalofriante declaración sobre el destino de la cabeza de su suegra, afirmando que "se la habían llevado las alimañas". El inquietante suceso tuvo lugar el último fin de semana de julio de 2021, cuando el cuerpo de la víctima fue encontrado semienterrado en una zona aislada, aunque su cabeza nunca ha sido recuperada.

La instructora del caso reportó que el 4 de agosto de 2020 se recibió un aviso sobre el hallazgo de restos humanos. La investigación reveló que los restos correspondían a María Luisa Camacho, quien estaba declarada desaparecida. El registro en su domicilio llevó a los agentes a descubrir sangre en el sofá, en un cuchillo guardado en la cocina y en una llave inglesa, lo que finalmente condujo a la detención de Emilio, quien confesó el crimen con todo lujo de detalles.

De acuerdo con el relato del fiscal, entre el 23 y el 25 de julio de 2020, el acusado llevó a cabo el ataque de forma sorpresiva, asestando una puñalada en el cuello a la víctima mientras estaba sentada en el sofá de su casa. La Fiscalía subraya que el acusado utilizó su "superior fuerza" y su "complexión física", dada la diferencia de edad, para llevar a cabo el ataque mortal.

A lo largo de la investigación, Emilio alegó que el conflicto que precedió al crimen se desató cuando su suegra hizo referencia a ellos como okupas y le exigió que abandonaran la casa, un desencadenante que, según él, habría motivado la trágica y violenta reacción que derivó en la muerte de María Luisa.