La defensa del exdiputado de Sumar, Íñigo Errejón, ha decidido apelar la reciente resolución del juez Adolfo Carretero, quien ha optado por archivar temporalmente la causa que pesa sobre el político debido a un presunto delito de agresión sexual. Esta decisión se ha tomado hasta que la abogada de la denunciante, la actriz Elisa Mouliaá, regrese de su baja médica.

La abogada que representa a Errejón ya se encuentra redactando el recurso que será presentado ante el Juzgado de Instrucción Número 47 de Madrid. Esta situación se dio a conocer el lunes, cuando se anunció la decisión del juez de archivar momentáneamente el procedimiento, información confirmada por fuentes jurídicas en diálogos con Europa Press.

Al dictar el archivo, el magistrado también ha aplazado las declaraciones tanto de Errejón como de Mouliaá, que se habían previsto para este martes. Además, se han suspendido 'todas las actuaciones y plazos del presente procedimiento hasta que la letrada de la denunciante presente su alta médica', tal como se detalla en la resolución del juez.

El juez, en su argumentación, destaca que Mouliaá 'se ha negado a nombrar a otro abogado de su confianza que pudiera sustituirla', lo que ha provocado, en consecuencia, que 'sea imposible la continuidad del procedimiento'.

Este archivo provisional, tal como señala el juez, impide que se cumplan los plazos estipulados por la ley para la instrucción del caso.

En la denuncia presentada, que ha llegado a esta redacción, Mouliaá narra una serie de eventos ocurridos en una noche de finales de septiembre de 2021, tras un año de comunicación a través de las redes sociales, cuando el político invitó a la actriz a la presentación de uno de sus libros.

Una vez finalizado el evento, ambos optaron por salirse a tomar unas cervezas a un bar cercano. Mouliaá, que ya tenía planes de asistir a una fiesta en casa de un amigo, mostró cortesía al invitar a Errejón a acompañarla. Para su sorpresa, él aceptó la invitación.

Según el relato de Mouliaá, ya en el coche, el exdiputado comenzó a mostrarse 'dominante'. En el ascensor, él la habría agarrado 'fuertemente' de la cintura y le dio un beso 'violento', hasta dejarla 'sin respiración'. Una vez en la fiesta y después de compartir bailes y conversaciones, habría llevado a la actriz 'por la fuerza' a una habitación, donde se habrían producido varios tocamientos 'sin su consentimiento'.

El relato de Mouliaá detalla cómo Errejón le quitó el sujetador, mientras pronunciaba comentarios 'lascivos' como 'cómo me pones'. Posteriormente, la empujó a la cama y comenzó a tocarla de manera inadecuada.

Mouliaá menciona que, en un estado de 'parálisis', le dijo a Errejón que quería permanecer en la fiesta. Él habría respondido que 'saldrían de la habitación con la condición de que en 20 minutos ambos debían irse a casa'. Aunque permanecieron un tiempo más en la celebración, pronto se trasladaron juntos al domicilio del político.

Una vez en su casa, 'sin mediar palabra', Errejón reanudó los tocamientos. La actriz le expresó que se sentía 'muy incómoda', considerando todo lo que sucedía como 'muy violento'. Finalmente, ella le dijo: 'Íñigo, "solo sí es sí", parece increíble que me esté pasando esto contigo', poniendo así un punto final a su relato en la denuncia.

Fuentes jurídicas consultadas por Europa Press sugieren que los hechos denunciados por Mouliaá el pasado 24 de octubre ante la Unidad de Familia y Mujer de la Policía Nacional (UFAM) podrían configurarse como un delito de agresión sexual, el cual podría acarrear sanciones que oscilan entre uno y cinco años de cárcel.