Incautan pescado en mal estado en restaurantes: un detenido y siete investigados.
Agentes de la Guardia Civil Pertenecientes al Servicio de Protección de la Naturaleza han realizado once inspecciones en colaboración con técnicos del Área de Calidad Alimentaria de la Consejería de Sanidad.
MADRID, 25 Jul. - La Guardia Civil informó que ha detenido a una persona e investigado a siete más por delitos contra la salud pública, estafa, contra el Mercado y los consumidores. Estos individuos distribuían y adquirían pescado no apto para el consumo humano.
La investigación comenzó en febrero pasado, cuando los agentes del SEPRONA descubrieron la retirada fraudulenta de subproductos destinados a desecho. Estos subproductos estaban siendo retirados sin ningún control.
Los agentes realizaron diversas comprobaciones e identificaron a través de imágenes de seguridad a una persona que retiraba un contenedor con un letrero que indicaba que el contenido no era apto para el consumo humano.
Las vigilancias permitieron identificar al detenido, así como a un colaborador necesario que lo ayudaba a retirar los contenedores y distribuir la mercancía posteriormente.
El detenido contaba con la complicidad de un trabajador del lugar, quien controlaba el tránsito de la mercancía y ayudaba en la carga del pescado.
Las vigilancias del SEPRONA revelaron que el detenido tomaba cajas de porexpan desechadas, eliminaba las etiquetas de los productos y realizaba la limpieza del pescado sin ningún tipo de medida higiénica.
Este individuo se hacía pasar por distribuidor sin tener registro sanitario ni autorización, y contaba con varios bares y restaurantes que le compraban el pescado pensando que era más económico debido a su proximidad a la fecha de caducidad.
Los agentes, luego de recopilar todos los detalles y localizar los establecimientos afectados, solicitaron la ayuda del Área de Calidad Alimentaria de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Esto llevó a la realización de once inspecciones en locales de Leganés, Humanes, Fuenlabrada y Madrid capital.
Debido a las condiciones higiénicas y sanitarias deficientes, uno de los establecimientos fue precintado por las Autoridades sanitarias. Los propietarios de los locales han sido investigados junto con el colaborador que facilitaba información y ayudaba al detenido.
Se logró retirar 150 kilogramos de merluza, la cual se comprobó que estaba contaminada con larvas de Anisakis simplex. Esta merluza había sido retirada para su distribución en bares y restaurantes.