Con una inversión que alcanza los 653 millones de euros, la Ciudad de la Justicia en Madrid promete ser un hito arquitectónico y funcional que cubrirá más de 470.000 metros cuadrados, integrando más de 20 sedes judiciales que actualmente están distribuidas en distintas localizaciones.

MADRID, 16 de octubre. En un contexto donde la justicia y la eficiencia en el sistema judicial son más necesarios que nunca, Madrid se embarca en la construcción de un complejo que se espera esté operativo para 2029. Este ambicioso proyecto dio su puntapié inicial con el inicio de los trabajos de excavación en Valdebebas, marcados por la presencia de grúas y maquinaria pesada, mientras alrededor de 3.000 trabajadores se preparan para dar vida al que será uno de los mayores complejos judiciales del mundo.

El acto inaugural, presidido por Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, contó con la participación del alcalde José Luis Martínez-Almeida y el consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local, Miguel Ángel García Martín. En sus declaraciones, Ayuso resaltó que esta nueva infraestructura no solo beneficiará a los ciudadanos al reducir sus desplazamientos, sino que también optimizará la gestión de los recursos judiciales al agrupar en un solo recinto 378 órganos jurisdiccionales que hoy se encuentran dispersos en 26 ubicaciones diferentes.

La presidenta enumeró las dimensiones del proyecto, indicando que el nuevo complejo judicial ofrecerá un 60% más de espacio que las sedes actuales, haciéndolo cuatro veces más grande que el Tribunal de Justicia de París, lo que reafirma su relevancia global. La interconexión de esta nueva sede con el intercambiador de Valdebebas y su proximidad al Hospital Enfermera Isabel Zendal y al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas son aspectos que prometen facilitar el acceso tanto a profesionales como a ciudadanos.

Los trabajos de construcción comienzan oficialmente con la excavación y el traslado de tierra, involucrando una fuerza laboral significativa, con unos 3.000 operarios presentes cada día. Ayuso también mencionó que la Ciudad de la Justicia será accesible a través de una plaza emblemática que se diseñará como entrada al complejo. En su discurso, subrayó que este será un símbolo poderoso en la defensa de la libertad y el Estado de Derecho.

El consejero de Justicia se mostró optimista al considerar este proyecto como un catalizador que transformará el sistema judicial en la región. Esta nueva etapa fue simbolizada mediante la plantación de un roble, que representa la fortaleza y durabilidad de la justicia, y hace eco de los principios democráticos consagrados en la Constitución de 1978, subrayando la importancia de la igualdad ante la ley.

Además, la visión del consejero va más allá de Madrid, al considerarlo un referente internacional y un símbolo arquitectónico que embellecerá la ciudad. En este sentido, caracterizó este periodo como una "legislatura de infraestructuras judiciales", destacando la Ciudad de la Justicia como el proyecto más significativo. También enfatizó la necesidad de proteger el modelo de convivencia establecido en 1978, resaltando que la independencia judicial es un pilar fundamental para una sociedad justa y equitativa.