Justicia rebaja condena al "asesino del Grindr" al reconocer que la víctima fue incapaz de defenderse
Julián Ovejero, acusado de asesinar a un hombre con el que se había citado a través de una aplicación de encuentros sexuales, ha admitido en el juicio que la víctima fue sorprendida por el ataque repentino en el que recibió 65 puñaladas por la espalda. A cambio de su confesión, se le ha reducido la pena de 25 años a 20 años de cárcel.
La Audiencia Provincial de Madrid ha llevado a cabo la segunda sesión del juicio por este crimen cometido el 24 de febrero de 2018. El acusado, que tenía 23 años en el momento del asesinato, conoció a su víctima a través de una aplicación para encuentros sexuales.
Con el objetivo de obtener una reducción de la condena, el procesado ha admitido los hechos tal y como los ha descrito el fiscal, retractándose de lo que había afirmado durante la instrucción cuando aseguró haber cometido el crimen bajo los efectos de las drogas. Ahora sostiene que no consumió drogas y que la víctima fue quien las consumió debido a su comportamiento y forma de hablar.
En su declaración en el juicio, Julián ha explicado que la agresión comenzó en la habitación y se trasladó hasta la entrada del domicilio, se produjo por la espalda y fue muy rápida, durando solo uno o dos minutos. Seguidamente, huyó del país y fue detenido tres años después.
Estos hechos han sido calificados como un delito de asesinato, y no como homicidio, como había solicitado la abogada del procesado, quien argumentó que se debían aplicar atenuantes de drogadicción, alteración mental y arrebato.
En el juicio, se ha llegado a un acuerdo para la reducción de la condena solicitada por el fiscal y la acusación particular. La defensa de la familia también ha solicitado que el agresor reciba tratamientos específicos de formación contra la violencia y atención médica.
En el testimonio que tuvo acceso Europa Press, el acusado afirmó que se había citado con la víctima a través de una aplicación y que ambos compartían gustos sadomasoquistas en sus relaciones sexuales. Según su versión, durante los juegos violentos que practicaban se produjo una pelea en la que le causó una brecha en el cuello.
El acusado ha mostrado arrepentimiento y ha manifestado que su comportamiento se debió al consumo de sustancias desde los 15 años. Ha afirmado ser católico.
El fiscal ha solicitado una condena de 25 años de cárcel por un delito de asesinato y un delito de hurto, además de una indemnización de 24.000 euros para la hermana del fallecido. Por su parte, la hermana ha señalado que la autopsia reveló que la víctima no presentaba heridas de defensa significativas y que tenía un alto nivel de alcohol en sangre, lo que explicaría su vulnerabilidad.
El crimen fue descubierto el 25 de febrero de 2018 cuando un amigo de la víctima encontró su cuerpo sin vida, desnudo y con múltiples puñaladas en su casa. El agresor huyó a Argentina, pero la investigación policial logró identificarlo y arrestarlo gracias a las redes sociales y muestras de ADN encontradas tanto en la escena del crimen como en la casa del sospechoso.