MADRID, 11 de diciembre.
Este miércoles, la Comunidad de Madrid ha decidido activar el nivel de riesgo 1 como medida de precaución ante la inminente llegada de una ola de frío que se prevé impactará en la región en los próximos días. Se estima que las temperaturas mínimas para mañana jueves alcancen un preocupante -0,6 grados centígrados.
El establecimiento de este nivel de riesgo se realiza en base a las proyecciones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). La fórmula utilizada considera las temperaturas mínimas que se esperan en los próximos tres días, y determina así la respuesta adecuada ante este fenómeno meteorológico.
En la jornada de hoy, la temperatura más baja registrada ha sido de 4,6º, pero se anticipa que mañana se producirá un notable descenso, alcanzando los -0,6º. Las previsiones indican que el viernes, la temperatura ascenderá ligeramente a 2º, pero para el sábado se pronostica una nueva caída hasta los -0,4º, lo que plantea una situación de riesgo continuo para la población.
Esta decisión forma parte del Plan de Vigilancia y Control de los Efectos del Frío en la Salud, que se implementa desde el 1 de diciembre hasta el 31 de marzo. Con ello, se activa la alerta por frío, siendo esta la primera que se establece en la presente temporada, cumpliendo así con los criterios del Protocolo de Olas de Frío.
El plan está diseñado para proteger a los segmentos más vulnerables de la población, incluyendo a las personas mayores, recién nacidos y lactantes, así como a aquellos con enfermedades crónicas, y ciudadanos en situación de calle o precariedad económica.
El objetivo fundamental de estas medidas es “minimizar las enfermedades asociadas a las bajas temperaturas y sus efectos adversos”. Se ha demostrado que estos fenómenos climáticos tienden a agravar problemas cardiovasculares y respiratorios, además de aumentar el riesgo de resfriados, infecciones bronquiales e incluso gripe.
El Plan establece tres niveles de atención para evaluar el riesgo y activar alertas correspondientes: normalidad, precaución y riesgo alto. Este año, la categoría de riesgo alto se activará cuando la temperatura mínima media se situe en el umbral de 1,9 grados centígrados, un punto de referencia fijado por la autoridad sanitaria de la comunidad.
Desde la Consejería de Sanidad, se recomienda encarecidamente a la población informarse sobre las previsiones meteorológicas antes de salir al exterior. En respuesta al brusco descenso de temperaturas, se aconseja utilizar ropa de abrigo que sea resistente tanto al viento como a la humedad, y debajo de esta, llevar prendas que no resulten demasiado ajustadas.
Asimismo, es fundamental proteger adecuadamente las extremidades y la cabeza, zonas especialmente vulnerables a la pérdida de calor. Se sugiere también optar por calzado impermeable y antideslizante para prevenir caídas que podrían ocasionar lesiones graves, particularmente entre personas mayores. Mantenerse seco es igualmente crucial, ya que la humedad en la ropa puede provocar una rápida pérdida de calor corporal.
En este contexto, es esencial estar atento a las personas que puedan encontrarse en situaciones de vulnerabilidad durante este periodo, y si es necesario, contactar con los servicios de emergencia al 112, los servicios sociales locales o hospitales cercanos.
Por otra parte, la Comunidad de Madrid subraya la importancia de tener especial cuidado con el uso de estufas de leña, gas o braseros. Se deben seguir pautas estrictas para evitar riesgos de incendios o intoxicaciones por monóxido de carbono, asegurando que estos dispositivos funcionen correctamente y que las salidas de aire estén siempre despejadas. Para mantener un entorno seguro en el hogar, se recomienda mantener una temperatura interior entre 20 y 22 grados, favoreciendo un buen aislamiento térmico.
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