En un esfuerzo por restaurar la infraestructura afectada por las severas inundaciones y nevadas en marzo, la Comunidad de Madrid ha destinado 4,2 millones de euros a la reparación de ocho carreteras regionales. Los fenómenos meteorológicos, ocurridos los días 6 y 24 de ese mes, generaron daños significativos que interrumpieron el tránsito en varias vías.

La situación fue lo suficientemente crítica como para que el 26 de marzo, las autoridades regionales solicitaran la declaración de "Zona Afectada Gravemente por una Emergencia de Protección Civil". Esta acción resalta la seriedad del desafío al que se enfrentó la región debido a las intensas condiciones climáticas.

Durante las últimas semanas, el Consejo de Gobierno ha evaluado y aprobado una serie de medidas de emergencia para la rehabilitación de las mencionadas infraestructuras. Se han priorizado hasta ocho carreteras que requieren atención inmediata y que presentan daños significativos.

Las reparaciones, supervisadas por la Dirección General de Carreteras, se han realizado en distintas arterias de la región, incluyendo la M-611 en Rascafría, la M-301 en Getafe, y la M-601 en Cercedilla, entre otras. La información fue confirmada por el Gobierno regional a través de un comunicado oficial.

Particularmente, la reparación más costosa ha sido en el tramo de la M-204 entre los kilómetros 21 y 22, donde se registró un deslizamiento de tierra. Esta intervención ha requerido cerca de 1,2 millones de euros para garantizar la seguridad de los usuarios y restablecer las condiciones adecuadas para la circulación.

Asimismo, se han llevado a cabo tareas de estabilización en la Vía Verde del Tajuña, abarcando las localidades de Tielmes y Carabaña, evidenciando así el esfuerzo continuo por preservar la seguridad en rutas no solo vehiculares, sino también recreativas.

El consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, Jorge Rodrigo, ha enfatizado la rápida respuesta del gobierno para mitigar los efectos del temporal en los desplazamientos cotidianos de miles de ciudadanos madrileños, subrayando la importancia de garantizar la conectividad en la región.

En reconocimiento al esfuerzo y dedicación de los profesionales involucrados, la Comunidad de Madrid ha entregado la Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo a los miembros de la Dirección General de Carreteras, quienes desempeñaron un papel crucial durante la gestión de las crisis provocadas por las borrascas.