El frío ha llegado a la Comunidad de Madrid, que activa este jueves el nivel 2 de riesgo alto ante la prevista ola de frío. Las temperaturas mínimas para este viernes se anticipan que alcanzarán los -0,3 grados, lo que representa una situación severa que requiere la atención de todos los ciudadanos.
Esta alerta se implementa siguiendo las predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que establece el nivel de riesgo evaluando las mínimas previstas durante un periodo de tres días. De hecho, en la madrugada de hoy, el termómetro marcó una mínima de 0,1 grados, y las proyecciones indican que la situación no mejorará, con -0,3 grados esperados para el viernes y -0,8 grados el sábado, antes de que se restablezca un leve aumento hasta 4,6 grados el domingo.
Esta medida es parte del Plan de Vigilancia y Control de los Efectos del Frío en la Salud, que se activó el 1 de diciembre y estará en vigor hasta el 31 de marzo. Esta es la primera alerta de frío que se emite en esta temporada, en cumplimiento de los protocolos establecidos para proteger a la población más vulnerable.
El objetivo de este plan es claro: minimizar los riesgos asociados a las temperaturas extremas y sus repercusiones en la salud pública, particularmente en aquellos más susceptibles, como los ancianos, recién nacidos, personas con enfermedades crónicas y aquellos que viven en condiciones precarias.
Las bajas temperaturas pueden exacerbar problemas de salud graves, como enfermedades cardiovasculares y respiratorias, además de incrementar la incidencia de resfriados e infecciones, por lo que es esencial actuar con decisión y prudencia en estos días desafiantes.
El Plan clasifica el nivel de riesgo en tres categorías: normalidad, precaución y riesgo alto, basándose en las temperaturas mínimas promedio que se anticipan en los siguientes días en cuatro estaciones meteorológicas de la región. Este año introduce un nuevo umbral: el nivel de riesgo alto se activará cuando las mínimas se sitúen en 1,9 grados centígrados, según especificaciones de las autoridades sanitarias.
Ante este panorama, la Consejería de Sanidad recomienda a los madrileños consultar las previsiones meteorológicas antes de salir a la calle. En estos momentos críticos, la vestimenta adecuada se vuelve crucial: se aconseja usar ropa abrigada que proteja del viento y la humedad y que se ajuste de manera cómoda para evitar el frío extremo.
Otros consejos vitales incluyen la protección de zonas tan delicadas como la cabeza y las manos, que son puntos clave para la pérdida de calor, además de utilizar calzado resistente al agua y antideslizante para prevenir caídas, especialmente entre la población de mayores. Mantenerse seco es fundamental, ya que la humedad puede enfriar el cuerpo rápidamente.
En estos días gélidos, es imperativo mantener el ojo atento hacia aquellos que puedan necesitar ayuda, sobre todo las personas más vulnerables. Si se identifica alguna situación de emergencia, se insta a llamar al 112, a los servicios sociales del municipio o a los centros de salud más cercanos.
Asimismo, es fundamental recordar la importancia de la precaución al utilizar estufas de leña, gas o braseros, para evitar riesgos de incendios o intoxicaciones por monóxido de carbono. Es imprescindible garantizar que estos dispositivos funcionen correctamente y que las salidas de aire estén despejadas, asegurando que el hogar mantenga una temperatura segura de entre 20 y 22 grados, mediante un buen aislamiento térmico.
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