MADRID, 5 de noviembre — En un esfuerzo por garantizar una atención adecuada durante la próxima temporada de invierno, la Comunidad de Madrid ha decidido incrementar su plantilla de profesionales sanitarios, ofreciendo un total de 1,832 nuevas plazas. Este aumento representa un 2% en comparación con el año anterior, y se complementa con la disponibilidad de 1,100 camas, lo que implica un crecimiento del 2.3% respecto a 2023.

El Plan de Invierno se pone en marcha cada año en estas fechas, con el objetivo primordial de hacer frente al aumento de la demanda asistencial que suelen experimentar los centros sanitarios durante la época invernal. Este repunte en la demanda se debe a la mayor incidencia de la gripe y otras infecciones respiratorias estacionales, una tendencia que se monitorea diariamente a través de la Dirección General de Salud Pública.

La consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Fátima Matute, ha proporcionado detalles sobre la distribución de las 1,832 plazas, de las cuales 1,422 están destinadas a la atención de adultos y 410 a la atención pediátrica. Este despliegue de profesionales es una parte esencial del plan para garantizar una atención de calidad en todos los grupos de edad.

En el ámbito de la atención a adultos, los recursos incluyen 123 médicos, 601 enfermeros, 550 técnicos en cuidados auxiliares de enfermería (TCAES), 117 celadores, 27 técnicos de laboratorio y radiología, y 5 farmacéuticos. Esta variada oferta de profesionales busca cubrir de manera efectiva las necesidades específicas de atención en esta población.

El plan también contempla la atención pediátrica, que beneficiará a los más pequeños con la incorporación de 38 pediatras, 195 enfermeros, 158 TCAES y 18 celadores. La consejera ha enfatizado la importancia de estas plazas, subrayando que se diseñan en función de las previsiones de demanda y esperando que se logre cubrir la totalidad de las mismas.

Matute ha señalado que es fundamental contar con un Plan de Recursos Humanos para el Sistema Nacional de Salud (SNS) para abordar la escasez de profesionales en el sector, recordando que en la temporada anterior no se logró cubrir todas las vacantes disponibles.

Además de los recursos humanos, el Plan de Invierno también prevé un aumento de la capacidad asistencial, con hasta 1,100 camas disponibles, lo que representa un incremento respecto a las 1,075 camas del año pasado. De estas, 184 están reservadas para la atención pediátrica y 916 para la población adulta, de las cuales 65 camas se destinarán a pacientes críticos, según ha informado la Consejería.

El Plan de Invierno se estructura en tres fases que se activan de acuerdo con el volumen de urgencias hospitalarias. A través de un cuadro de mando, se realizará un monitoreo diario para seguir de cerca la situación epidemiológica y asistencial, permitiendo así la asignación ágil de recursos donde más se necesiten.

La implementación de este plan requiere la colaboración de todos los niveles del sistema de salud pública madrileño, que incluye la Atención Primaria, la Atención Hospitalaria, el servicio de emergencias Summa112 y la Dirección General de Salud Pública. Esta última dispone de un Sistema de Vigilancia Centinela que se encarga de detectar y analizar la incidencia de infecciones respiratorias agudas causadas por los virus de la gripe, Covid-19 y VRS.

Dicha red no solo controla las tasas de incidencia, sino también las características epidemiológicas y microbiológicas de los virus en circulación, con el fin de poder ofrecer una respuesta rápida y adecuada en el momento más oportuno.