24h Madrid.

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La superviviente del 11M, Saray Benito, afirma que todos los días reviven los atentados de Atocha.

La superviviente del 11M, Saray Benito, afirma que todos los días reviven los atentados de Atocha.

La superviviente Saray Benito, que resultó herida en los atentados yihadistas del fatídico 11 de marzo de 2004 en las explosiones de la calle Tellez de Madrid, cerca de la estación de Atocha, sigue sufriendo las secuelas físicas y emocionales 20 años después de la tragedia. Entre sus dolencias se encuentran dolor y ansiedad crónicos, fibromialgia, sordera y acúfenos que le recuerdan constantemente lo sucedido.

En declaraciones a los medios en la estación de Atocha, Saray expresó que para ella todos los días son 11M. A pesar de intentar olvidar, los ruidos en sus oídos la mantienen conectada a aquel trágico día. Viajaba en uno de los trenes afectados por las explosiones de manera fortuita, ya que ese día se durmió, algo poco habitual en ella, y se apresuró a coger el tren en la estación de Entrevías.

La explosión la dejó inconsciente y al despertar en el hospital de campaña instalado en el polideportivo de la calle Tellez, se encontró en medio de una escena desgarradora, con muchos heridos y caos a su alrededor. A pesar de haber sobrevivido, el impacto emocional de aquel momento la acompaña día tras día.

A pesar de los desafíos que enfrenta a diario, Saray ha utilizado la escritura como una válvula de escape durante estos 20 años. Afiliada recientemente al sindicato UGT, ha encontrado consuelo en plasmar sus experiencias y emociones en papel, lo cual le ha ayudado a sobrellevar la ansiedad.

Las secuelas físicas y emocionales persisten en Saray, quien ha perdido gran parte de su audición y sufre de fibromialgia y ansiedad crónica. A pesar de todo, destaca la importancia de mantener una actitud positiva, así como de seguir estudiando para poder gestionar el trauma que la acompaña.

En este aniversario, Saray resalta la importancia de recordar a las víctimas y heridos de aquel fatídico día, haciendo un llamado a la sociedad para no olvidar lo ocurrido. Aboga por la inclusión de los atentados del 11M en los programas educativos, para concienciar a las generaciones futuras sobre el terrorismo yihadista y sus consecuencias.

Asimismo, hace hincapié en la importancia de reconocer el sufrimiento de los afectados invisibles, que aunque no presenten secuelas físicas evidentes, experimentan un dolor interno profundo. Saray sigue recordando con dolor el 11 de marzo de 2004, a pesar de sus esfuerzos por mantener una actitud positiva y seguir adelante.