En un giro revelador de los acontecimientos políticos en Madrid, Juan Lobato, ex secretario general del PSOE en la capital, se encontró en el epicentro de un escándalo que involucra a Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. El 14 de marzo, Lobato recibió un 'email' crucial de Pilar Sánchez Acera, quien en ese momento era asesora en Moncloa. Este mensaje contenía una confesión delicada por parte de Alberto González Amador, el compañero sentimental de Ayuso, donde admitía haber cometido delitos fiscales.

La conversación que siguió fue tensa y directa. Lobato, al recibir ese correo, no dudó en cuestionar a Sánchez Acera sobre cómo había llegado en su poder esa información tan comprometedora, manifestando su preocupación por la procedencia de la misma. Ante su inquietud, ella respondió que la información simplemente 'llega', insinuando que los medios de comunicación ya estaban al tanto de los hechos.

Este intercambio se encuentra documentado en un acta notarial que Lobato decidió levantar para dejar constancia de los acontecimientos. Europa Press tuvo acceso a este documento, que revela la importancia de la información en el contexto actual de la política madrileña.

En un momento clave de la charla, Lobato expresó su necesidad de explicar de dónde había obtenido ese 'email', subrayando que, de no hacerlo, podría dar la impresión de que esta información le había sido proporcionada directamente por la Fiscalía. Esta declaración muestra la complejidad de la situación y las implicaciones legales posibles vinculadas a la delación de delitos fiscales en un entorno tan tenso.

La decisión de Lobato de acudir a un notario el 6 de noviembre se produjo tras la noticia de que el Tribunal Supremo había decidido imputar al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por una supuesta revelación de secretos en relación con González Amador. Esta situación pone de manifiesto la alta sensibilidad de los temas que se están tratando en el ámbito político y legal en Madrid, donde la línea entre la ética pública y los intereses personales parece desdibujarse cada vez más.