El pasado domingo, Madrid se convirtió en el escenario de una masiva manifestación de apoyo a las Fuerzas Armadas, en el marco del Día de la Hispanidad. Este año, el clima adverso obligó a reducir el espectáculo aéreo, pero eso no detuvo el fervor y la participación ciudadana.

Las calles del centro de la capital se llenaron de un mar de banderas españolas, mientras los asistentes se engalanaban con los colores de la bandera nacional, mostrando su identidad y orgullo. En el ambiente festivo también se apreciaron banderas de diversas comunidades autónomas, resaltando la diversidad del país.

Un grupo de jóvenes entrevistados por Europa Press Televisión compartió su motivación para asistir al evento, resaltando su deseo de celebrar la unidad cultural y el apoyo a amigos que formaban parte del desfile, uno en la Guardia Civil y otro en la Armada. Un joven expresó que, aunque había asistido en su infancia, esta era su primera experiencia como adulto en la celebración.

El desfile, que se desarrolló sin mayores incidentes, estuvo marcado por la presencia de figuras políticas relevantes, como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde, José Luis Martínez-Almeida. Díaz Ayuso destacó el orgullo de pertenecer a lo que considera una de las mejores naciones del mundo.

El evento comprendió un recorrido a lo largo del Paseo del Prado y Recoletos, iniciando en la glorieta Emperador Carlos V y culminando en la Plaza de Colón. Este ha sido el tercer año consecutivo que se opta por esta ruta alternativa debido a obras en el Paseo de la Castellana.

Los Reyes de España, Felipe VI y Letizia, con sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, que regresó a Madrid tras pasar tiempo en Gales, marcaron el inicio del desfile a las 11:00 horas. Uno de los asistentes no escondió su emoción por ver al monarca, sintiendo su presencia a pesar de la distancia.

El evento también contó con la participación del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien, a diferencia de otros, enfrentó abucheos y descontento de algunos presentes. A su alrededor, las opiniones variaban, con una mujer expresando su frustración por la lejanía del palco de autoridades.

Atraídos por la festividad, visitantes internacionales como una ciudadana argentina manifestaron su entusiasmo por ser parte del evento, subrayando la vibrante atmósfera creada por la gente y las banderas ondeando por doquier. Otro asistente, colombiano, reflexionó sobre el significado de la celebración del Día de la Hispanidad en la comunidad latinoamericana.

La representación de la Comunidad de Madrid estuvo a cargo de un contingente de emergencias, incluyendo bomberos y personal del servicio médico, fortaleciendo la conexión entre la celebración y el reconocimiento a quienes ayudan en situaciones críticas. Durante el acto, también se llevó a cabo un homenaje a los caídos, seguido por momentos destacados como el salto de paracaidistas del Ejército del Aire, una de las actividades más esperadas del desfile.

A pesar del mal tiempo, el desfile aéreo se desarrolló con la participación de varios cazas, aunque se vio limitado en comparación con lo previsto. Los cambios en la formación de las aeronaves, con la introducción de nuevos modelos, resaltaron la evolución del evento.

El componente terrestre del desfile exhibió una impresionante variedad de vehículos, con un total de 3.847 miembros de las Fuerzas Armadas y cuerpos de seguridad desfilando con orgullo. Este año también se celebró el vigésimo aniversario de la Unidad Militar de Emergencias, con un incremento en su despliegue.

Al concluir la celebración, los Reyes se dirigieron a las autoridades militares y se despidieron, marcando el final de un evento que, a pesar de las complicaciones climáticas, logró reunir a miles en un ejercicio de unidad y tradición. La jornada culminó con un acto en el Palacio Real, donde se continuó la celebración en un ambiente más íntimo.