El segundo teniente de alcalde de Madrid y encargado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha afirmado hoy que el Ayuntamiento de la capital ha decidido no aumentar el precio de la entrada a las piscinas públicas para los no residentes, a diferencia de lo que están haciendo otras ciudades, argumentando que no existe una demanda lo suficientemente alta que lo justifique.

Durante su visita al Viaje del Agua de Amaniel en Moncloa-Aravaca, Carabante ha destacado que esta medida forma parte de la autonomía que tienen los municipios para administrar sus recursos públicos y servicios.

Aunque localidades vecinas como Pozuelo de Alarcón, Torrejón de Ardoz o Villalba han comenzado a implementar esta práctica. "En Madrid no se contempla porque actualmente no hay una demanda significativa de visitantes no empadronados en las piscinas", ha explicado el delegado.

Sin embargo, destacó que esta situación es diferente en cuanto al tráfico en la ciudad, lo que llevó al Ayuntamiento a restringir la circulación de vehículos de no residentes. "Cada municipio tiene la responsabilidad de tomar decisiones que garanticen la prestación de servicios de calidad a sus ciudadanos", agregó.

A pesar de ello, Carabante ha subrayado que cada municipio tiene la libertad de implementar medidas si la presión se vuelve tan alta que sea necesario garantizar el acceso de los residentes a estos recursos.