En un reciente encuentro de la comisión de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, que tuvo lugar en Madrid el 23 de noviembre, el delegado Borja Carabante anunció un avance notable en la infraestructura para motocicletas en la capital. Según Carabante, en un periodo de cinco años se ha incrementado en cinco veces el número de plazas de aparcamiento reservadas para motos, un dato que refleja un compromiso claro con la movilidad alternativa en una ciudad cada vez más congestionada.

El interrogante surgió a raíz de las declaraciones del portavoz de Vox, Ignacio Ansaldo, quien presentó cifras alarmantes sobre el número de motocicletas y ciclomotores que circulan por Madrid, estimando que la cifra asciende a casi 275.000. Ansaldo enfatizó que a partir del 1 de enero, una nueva ordenanza de movilidad prohibirá la circulación de más de 79.000 de estos vehículos, lo que reduciría a alrededor de 175.000 el número de motos que seguirán operando con normalidad. Este descenso se argumenta no solo como una respuesta a las restricciones de la Agenda 2030, sino también como una alternativa más asequible para los ciudadanos que buscan esquivar las complicaciones del transporte urbano.

Desde su puesto, Ortega también alzó la voz para criticar la estrategia de aparcamiento actual, resaltando que, a pesar del aumento en las plazas para motos, este no puede llevarse a cabo a costa de reducir el espacio destinado a los coches. Recordó que Madrid cuenta con 13.447 plazas disponibles para motocicletas y enfatizó que la adecuación del espacio urbano no debería implicar la eliminación de plazas para vehículos de cuatro ruedas, preguntándose si las recientes peatonalizaciones y ensanchamientos de aceras están justificados.

Carabante defendió la visión de que las motocicletas son un componente clave para la movilidad sostenible en la ciudad, un punto en el que se mostró en desacuerdo con algunos sectores de la izquierda que argumentan que cualquier tipo de vehículo contribuye negativamente al entorno urbano. “Es fundamental diferenciar los tipos de transporte y su impacto real en la ciudad”, declaró, enfatizando la necesidad de adoptar posturas más equilibradas sobre la movilidad en Madrid.

El delegado aportó cifras significativas para respaldar su argumento: desde 2019, cuando asumió el equipo de Gobierno, Madrid pasó de tener 300 zonas de aparcamiento específicas para motocicletas a contar hoy con 14.000, logrando así multiplicar este tipo de plazas por cinco. Además, destacó las ayudas directas ofrecidas para la adquisición de motocicletas, que considera una opción "absolutamente sostenible", buscando incentivar un cambio en la forma en que los madrileños se desplazan por la ciudad.