24h Madrid.

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Metro destinará 400.000 euros a la conservación de su patrimonio histórico.

Metro destinará 400.000 euros a la conservación de su patrimonio histórico.

En un esfuerzo por conservar y proteger su patrimonio histórico, el Metro de Madrid ha anunciado el inicio de un importante proyecto de restauración de varios de sus espacios y bienes solicitados al público, resaltando su compromiso con la preservación de la historia y la cultura de la ciudad. Esta iniciativa busca no solo mantener, sino también promover el valioso legado museístico que es parte integral de la identidad madrileña.

Esta semana, la compañía ha puesto en marcha un proceso de licitación para un acuerdo marco que destinará 400.000 euros a obras de conservación y mantenimiento de sus espacios históricos a lo largo de un período de cuatro años. Esta inversión subraya la relevancia de proteger los lugares emblemáticos que componen la historia del transporte público en la capital.

Los trabajos se centrarán en diversas áreas significativas, como la Estación de Chamberí, el vestíbulo histórico de Pacífico, la Nave de Motores de Pacífico, así como los restos arqueológicos de Los Caños del Peral y la exposición de trenes clásicos en Chamartín. La documentación proporcionada por Europa Press detalla estos ambiciosos planes de restauración y conservación que prometen enriquecer la experiencia de los visitantes.

Además, el acuerdo también incluye la atención a otros elementos históricos ubicados en la red del metro, como el coche Quevedo, el tranvía 477 ubicado en Pilar Chamartín y anuncios publicitarios de épocas pasadas, que se encuentran en las estaciones de Sevilla y Bilbao, ampliando así el marco de actuación de este proyecto.

En este contexto, la recuperación del vestíbulo histórico de Ventas sigue adelante, y una vez culminada, se integrará en este acuerdo para asegurar su conservación. Sin embargo, hay otros espacios relevantes, como el antiguo pasillo de Noviciado y el andén de la estación de Goya, que aún esperan un plan concreto para su rehabilitación.

La Estación de Chamberí, que fue inaugurada en 1919 como parte de la primera línea del metro, necesitará intervenciones periódicas para abordar filtraciones de agua, un problema común debido a su ubicación subterránea. Estas filtraciones han provocado daños en azulejos, bóvedas y elementos metálicos, los cuales requieren atención urgente, exceptuando ciertos componentes que quedan fuera del alcance de este acuerdo.

Según las fuentes consultadas, el objetivo de las actividades será corregir defectos visibles en las paredes y bóvedas de la estación, recuperando su diseño original, el cual quedó detenido en el tiempo tras su cierre definitivo en mayo de 1966. Este esfuerzo es fundamental para restaurar el carácter histórico de este emblemático espacio.

De 2006 a 2008, la estación pasó por una restauración integral por parte de los arquitectos Pau Soler y Miguel Rodríguez, transformándose en un museo. Posteriormente, se realizaron nuevos trabajos de conservación para mantener su esplendor original. Esta estación cerró al público en 1966 por cuestiones operativas y estuvo cerrada durante cuatro décadas hasta su transformación en un museo.

Diseñada por el arquitecto Antonio Palacios, la estación incorpora elementos decorativos inspirados en las estaciones de metro parisinas, con azulejos pintados que muestran productos de su época. Al igual que Chamberí, el Vestíbulo Histórico de Pacífico también requerirá atención en sus azulejos y elementos decorativos debido a las mismas problemáticas relacionadas con las filtraciones. Este vestíbulo histórico, que data de 1923, perdió su funcionalidad original en 1966 y fue restaurado en 2008, preservando su esencia arquitectónica.

En la Nave de Motores de Pacífico, que data entre 1922 y 1923 y también es obra de Palacios, se realizarán trabajos de limpieza y restauración en la maquinaria antigua. Este espacio alberga tres motores diesel gigantes que fueron fundamentales para la generación de energía del metro hasta que dejó de operar en la década de 1950. Su última renovación integral ocurrió en 2008 y fue encabezada por el arquitecto Carlos Puente, quien respetó la estética original del lugar.

Asimismo, los restos arqueológicos de Los Caños del Peral, descubiertos durante unas obras en 2006 y recuperados en 2011, necesitan atención periódica para conservar los elementos que han estado expuestos al desgaste del tiempo. Los hallazgos incluyen partes de una antigua fuente y del Acueducto de Amaniel, ambos de gran valor histórico.

El acuerdo marco también abarca trabajos en la estación de Metro de Chamartín, que cuenta con una muestra de trenes clásicos completamente restaurados en 2019, en el centenario de la compañía. Los 12 trenes exhibidos ofrecen una visión de la evolución del material ferroviario desde sus inicios hasta los años 60, complementados por una colección de elementos relacionados con la historia del metro.

Igualmente, se contempla la limpieza y restauración de las vitrinas en la estación de Carpetana, donde se descubrieron fósiles de 14 millones de años durante trabajos de modernización en 2008. Los restos paleontológicos recuperados son una parte crucial de la historia de la región y requieren mantenimiento para asegurar su visibilidad y preservación.

Finalmente, el marco de acuerdos también incluye la restauración y mantenimiento de otros elementos históricos en diversos puntos de la red, contribuyendo a la rica tapestry cultural y patrimonial del Metro de Madrid. Con estas iniciativas, se refuerza la importancia de cuidar los vestigios del pasado para las generaciones presentes y futuras, haciendo del metro no solo un medio de transporte, sino un viaje a través de la historia de la ciudad.