24h Madrid.

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Novillo critica a Ribera por su cambio de postura sobre nucleares en busca de la comisaría y exige su continuidad.

Novillo critica a Ribera por su cambio de postura sobre nucleares en busca de la comisaría y exige su continuidad.

En el contexto actual de la Comunidad de Madrid, se ha desatado una polémica el pasado viernes relacionada con la postura de la exministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, quien ha sido acusada por las autoridades regionales de cambiar de forma "ventajista y diametral" su posición sobre la energía nuclear con motivo de su labor como comisaria en la Unión Europea. Este giro ha sido criticado por el consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, quien sostiene que las centrales nucleares son cruciales para el sistema energético español, ya que representan más del 40% del consumo energético en la región.

Novillo, durante su participación en los Desayunos Madrid de Europa Press, ha enfatizado que la energía nuclear que proviene de las centrales de Trillo, en Guadalajara, y Almaraz, en Cáceres, es fundamental para el sostenimiento del suministro energético en la Comunidad de Madrid. En este sentido, exhortó al gobierno nacional a reconsiderar la decisión de cerrar las centrales nucleares, una acción que, según él, podría tener un impacto devastador tanto económico como medioambiental.

El consejero ha argumentado que el cambio de posición de Ribera es evidente, pues mientras aboga por la energía nuclear a nivel europeo, en España defiende su cierre, programado entre 2027 y 2035. Novillo subrayó que esta contradictoria posición podría llevar a consecuencias serias, incluyendo un aumento significativo en las emisiones de CO2, que equivaldrían a aproximadamente tres años de emisiones promedio en el país.

Específicamente, Novillo afirmó que un cierre anticipado de las centrales nucleares podría generar 28 millones de toneladas adicionales de CO2, además de un costo estimado de 22.600 millones de euros, debido al incremento en la dependencia de ciclos combinados y combustibles fósiles, como el gas. Esta situación no solo tendría repercusiones ambientales, sino también económicas, poniendo en peligro la estabilidad del sistema eléctrico español.

El compromiso de la energía nuclear para la garantizar un suministro eléctrico estable fue un tema central en las declaraciones del consejero. Para Novillo, es esencial que las centrales nucleares permanezcan operativas hasta que se asegure que las energías renovables puedan cubrir la demanda. De lo contrario, se corre el riesgo de depender de fuentes de energía externas y de experimentar un aumento en los precios de la electricidad.

En este debate, se vio la necesidad de considerar el impacto directo de la energía nuclear en la generación de empleo y en la economía regional. Según los datos expuestos por Novillo, la energía nuclear genera unos 27.000 empleos en España, y representa una inyección económica significativa, contribuyendo con más de 2.700 millones de euros al PIB nacional.

El consejero también ha resaltado que el cierre de las centrales nucleares podría dejar al sistema eléctrico sin el margen de reserva necesario para enfrentar picos de demanda. Sin los adecuados reemplazos en energías renovables, el sistema se volvería particularmente vulnerable, especialmente en momentos de alta demanda, como durante olas de frío o calor.

Además, Novillo abordó críticas hacia Madrid, a quien se le ha presentado como un "sumidero energético", argumentando que estas afirmaciones son simplistas y no tienen en cuenta el compromiso de la Comunidad con el desarrollo de tecnologías limpias. Destacó que Madrid ocupa el primer lugar en la eficiencia energética de España, utilizando la menor cantidad de energía por unidad de PIB.

La tendencia hacia la disminución de la intensidad energética ha sido constante en la región durante más de una década, lo que indica un progreso significativo en términos de ahorro. El consejero puntualizó que, en movilidad sostenible, Madrid lidera las ventas del vehículo eléctrico, mostrando su esfuerzo por avanzar hacia un modelo energético más sostenible.

Además, Novillo remarcó la importancia de no fijar un cierre de las centrales nucleares hasta que haya garantías de que las energías renovables puedan satisfacer la demanda energética. Resaltó que, sin una base sólida de energías renovables, se podría generar una mayor dependencia de fuentes externas y un incremento en el uso de combustibles fósiles.

En otro contexto, empresas estadounidenses en España han solicitado al gobierno español que extienda la vida operativa de las centrales nucleares hasta el año 2040, sugiriendo una preferencia por mantener esta fuente de energía en el mix energético. Esta solicitud se encuentra en línea con una tendencia global, donde varios países, incluidos aquellos de Europa, están promoviendo la expansión de la energía nuclear como parte de sus estrategias energéticas para el futuro.

La reciente COP28 ha reflejado esta voluntad global, donde 24 naciones, entre ellas 15 europeas, han adoptado una declaración que busca triplicar la capacidad nuclear mundial para 2050. Sin embargo, algunos estados que han cerrado sus plantas nucleares, como Alemania, están enfrentando desafíos relacionados con un incremento de su dependencia de combustibles más contaminantes, lo que ha llevado a un aumento en sus emisiones de CO2.

El consejero criticó la postura del actual gobierno español, que se adhiere a un enfoque ideológico en detrimento de la estabilidad del sistema eléctrico nacional, a pesar de que diversos informes sugieren que la energía nuclear es fundamental para garantizar el equilibrio del suministro energético.

Novillo hizo hincapié en la falta de inversión en infraestructura y redes eléctricas, lo que podría dejar sin respuesta a un importantísimo número de peticiones de industrias y centros de datos. Afirmó que la situación es alarmante y que, aunque se están recibiendo alertas de varias fuentes sobre las consecuencias de estas decisiones, el gobierno no proporciona respuestas claras.

Con determinación, Carlos Novillo concluyó que seguirá defendiendo la necesidad de un modelo energético que contemple una transición sostenible y segura. Esta postura refleja una creciente preocupación por el futuro energético de Madrid y de España, instando a un diálogo constructivo hacia la búsqueda de soluciones viables y adecuadas en este complejo panorama energético.