En una próxima sesión extraordinaria del Ayuntamiento de Madrid, prevista para finales de octubre, los miembros del consistorio se reunirán para aclarar la "confusión" generada por el controvertido tema del "síndrome post-aborto". Este término ha sido desautorizado por el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, quien ha señalado que carece de respaldo científico, a pesar de la creciente polémica en torno a la cuestión.

La situación se intensificó tras la propuesta presentada por Vox durante el Pleno del 30 de septiembre, que abogaba por informar a la población sobre este supuesto síndrome. Carla Toscano, concejala de Vox, detalló una amplia gama de efectos adversos asociados, que, según ella, incluirían depresión, culpa y graves trastornos de salud mental, entre otros. Sin embargo, el impacto de esta moción fue inesperado, ya que el Partido Popular decidió respaldarla, a pesar de contar con la mayoría suficiente para no depender de Vox.

Como respuesta a la proposición, José Fernández, delegado de Políticas Sociales, insistió en que el PP trabaja "a favor de la vida", reconociendo el derecho al aborto en el marco de la legalidad, pero afirmando que no debe ser considerado un derecho fundamental. En contraste, los partidos de izquierda, como Más Madrid y el PSOE, se opusieron a la iniciativa, resaltando la necesidad de un Pleno extraordinario para abordar la problemática surgida.

El tema no solo ha resonado a nivel local, sino que ha escalado hasta convertirse en un debate de ámbito nacional, suscitando la atención de figuras políticas importantes como la ministra de Sanidad, Mónica García, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Este último ha propuesto una reforma constitucional que podría consagrar el derecho al aborto en España, siguiendo el ejemplo de Francia para asegurar la autonomía de las mujeres.

En medio de esta controversia, Almeida ha intentado distanciarse de Vox, afirmando que cualquier información divulgada sobre el aborto no será dictada por esa formación, sino que será proporcionada por los profesionales del Ayuntamiento. Reconoció que el voto del PP en el Pleno había causado "confusión" entre los ciudadanos, ya que se interpretó como un respaldo a una supuesta categoría científica que no existe.

El alcalde se ha posicionado como un defensor de la importancia de la información accesible para las mujeres, subrayando que su apoyo no significa una validación del discurso de Vox. Sin embargo, su intento de aclarar su postura ha sido criticado por Vox, que considera que el regidor está retrocediendo en sus compromisos. Mientras tanto, Más Madrid y el PSOE han unido fuerzas para exigir la celebración del Pleno extraordinario, buscando evitar la difusión de un concepto que consideran perjudicial y carente de fundamento científico.

Eduardo Rubiño, portavoz en funciones de Más Madrid, ha acusado a Almeida de ceder a la presión de la "agenda ultra" del PP y Vox, mientras que la portavoz socialista, Reyes Maroto, denunció la "inacción" del alcalde ante lo que consideran una medida inaceptable que afecta directamente a los derechos de las mujeres. La tensión entre estos grupos políticos sugiere que el debate sobre el aborto y la salud reproductiva en Madrid seguirá generando controversia en los próximos días.