El 15 de octubre en Madrid, los sindicatos Comisiones Obreras (CC.OO.) y Unión General de Trabajadores (UGT) han convocado a los trabajadores del sector público y privado a participar en una serie de movilizaciones, incluyendo asambleas y concentraciones, con el objetivo de "denunciar el genocidio del pueblo palestino".

Estas organizaciones han hecho un llamado específico a la realización de paros laborales en tres franja horarias: de 2 a 4 de la mañana, de 10 a 12 del mediodía, y de 17 a 19 horas por la tarde, acompañados de asambleas en los lugares de trabajo.

En su comunicado, los sindicatos han enfatizado que el Estado de Palestina, particularmente Gaza, es víctima de un genocidio, así como de crímenes de guerra y contra la humanidad, además de enfrentar deportaciones sistemáticas y destrucción de infraestructuras. A pesar de la firma de un acuerdo de paz, han advertido que las violaciones por parte del Gobierno de Israel se han repetido, por lo que es crucial mantener la presión para que se respeten los compromisos y se ponga fin a la ocupación.

Los líderes sindicales han denunciado que el hambre se ha convertido en una herramienta letal, condenando a miles a "una muerte segura", con un impacto especialmente devastador en los niños. Asimismo, han destacado que la clase trabajadora palestina es la más afectada por esta crisis, con numerosas víctimas en todos los sectores, incluidos trabajadores de la salud, ONG y periodistas.

"Las y los trabajadores rechazamos firmemente la política de genocidio y la colonización ilegal de territorios en Gaza y Cisjordania, así como el expolio de bienes palestinos por parte de Israel", reafirmaron en su declaración.

Como parte del cierre de estas actividades, CC.OO. ha convocado una concentración a las 18 horas en la Puerta del Sol, en solidaridad con el pueblo palestino. Simultáneamente, UGT, en colaboración con la organización juvenil Ruge Madrid, llevará a cabo una concentración en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.

En este contexto, los sindicatos han exigido que el alto el fuego anunciado sea "permanente y verificable", así como la garantía de acceso inmediato a la ayuda humanitaria y el enfoque en la reconstrucción de Gaza, priorizando siempre los intereses de su población por encima de la especulación externa.

Adicionalmente, han solicitado que la administración del territorio por parte del Estado de Palestina se lleve a cabo dentro de un marco temporal claro, la retirada de las fuerzas israelíes de todos los territorios palestinos, incluyendo asentamientos ilegales, y la revisión total del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea e Israel.

Finalmente, han instado a tomar medidas contra las empresas que se benefician de los asentamientos ilegales en Cisjordania, a prohibir el comercio de armas con Israel y a que todas las administraciones estatales implementen planes de cooperación urgente para Palestina. También han exigido la investigación y el enjuiciamiento de quienes hayan cometido crímenes de guerra y de lesa humanidad, asegurando justicia y reparación para las víctimas.