En una iniciativa cultural y botánica única, la Plaza de Santiago de Madrid se convirtió en escenario de un taller especial este lunes. Flores como la peonía, el trigo, las lilas y las margaritas fueron utilizadas para contar la historia de San Isidro.
La fundadora de Planthae, Elena Páez, lideró este evento en el centro de la plaza, ataviada con trajes goyescos y micrófono en mano. Los 40 asistentes fueron guiados para crear sus propios ramos, con la intención de presentarlos como ofrenda al patrón. Aunque, como broma, también podrían llevarlos a casa.
En palabras a Europa Press, Páez explicó la razón detrás de la selección de cada especie botánica. Desde el lentisco, como base del ramillete que hace referencia a la historia árabe de Madrid, hasta el trigo vinculado a San Isidro Labrador y su representación, cada planta tenía su significado en la narrativa floral.
El taller se inspiró en las ofrendas florales tradicionales dedicadas a San Isidro, hechas para pedir favores o milagros relacionados con las cosechas y el clima. Una práctica arraigada en la cultura madrileña y en la devoción al santo patrono.
La delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Marta Rivera de la Cruz, recorrió el taller como parte de las actividades organizadas por el Ayuntamiento de Madrid para las Fiestas de San Isidro. Con talleres de farolillos, abanicos y ramos de flores, la celebración se vuelve aún más castiza y tradicional.
Esta es la cuarta edición de este taller y ha sido todo un éxito, por lo que se espera que en 2025 vuelva a repetirse. Una forma única y original de conectar con la historia y las tradiciones de Madrid a través de la botánica y la creatividad floral.
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