La llegada de la Restauración borbónica a la capital española marcó un punto de inflexión en la historia de Madrid durante el siglo XIX. Para entender el contexto en el que se produjo este evento, es necesario analizar los antecedentes históricos que lo precedieron.
Tras la muerte de Fernando VII en 1833, se desencadenó una serie de conflictos políticos en España que culminaron en la Primera Guerra Carlista. Durante esta época de convulsión, Madrid fue escenario de importantes batallas y revueltas populares que pusieron a prueba la estabilidad del país.
Uno de los acontecimientos más relevantes que precedieron a la Restauración borbónica en Madrid fue la Revolución de 1868, también conocida como la Gloriosa. Este levantamiento popular acabó con el reinado de Isabel II y dio paso al Sexenio Democrático, un período de experimentación política en el que se sucedieron diferentes gobiernos y se promulgaron varias constituciones.
Tras la caída de la Primera República, se inició un proceso de restauración de la monarquía borbónica en la figura de Alfonso XII, hijo de Isabel II. En 1875, el nuevo monarca fue proclamado rey de España, dando inicio a un período de estabilidad política conocido como la Restauración.
Uno de los principales objetivos de la Restauración en Madrid fue la modernización de la ciudad en todos los aspectos: infraestructuras, edificios públicos, transporte, etc. Durante este periodo, se llevaron a cabo importantes proyectos urbanísticos que transformaron la capital en una ciudad más moderna y cosmopolita.
La Restauración borbónica también trajo consigo un importante desarrollo económico y cultural en Madrid. La ciudad se convirtió en un centro de actividad comercial y financiera, atrayendo a numerosos inversores y empresarios que contribuyeron al crecimiento de la economía local.
La llegada de la Restauración borbónica a la capital dejó un importante legado en la historia de Madrid y del país en general. Durante este periodo, la ciudad experimentó una profunda transformación que la convirtió en un centro cultural, económico y político de primer orden en Europa.
A pesar de las críticas y controversias que rodearon este período histórico, es innegable que la Restauración borbónica sentó las bases de la España moderna y contribuyó al desarrollo y progreso de Madrid como ciudad capital.