La región de Madrid, al igual que toda la península ibérica, ha sido habitada por diversas culturas a lo largo de la historia. Una de las culturas más destacadas que se estableció en esta región fue la celta, la cual dejó una huella significativa en el territorio y en la cultura de sus habitantes. En este artículo, exploraremos la llegada de los pueblos celtas a la región de Madrid y su impacto en la prehistoria de esta zona.
Los celtas eran un grupo étnico que se originó en la Edad del Hierro en Europa central y occidental. Se caracterizaban por su organización tribal, su arte distintivo y su habilidad en la metalurgia. Los celtas se expandieron por gran parte de Europa, llegando incluso a la península ibérica en torno al siglo VI a.C.
La presencia celta en la región de Madrid se remonta a la Edad del Hierro, cuando grupos celtas provenientes de la meseta norte y de Europa occidental comenzaron a establecerse en la zona. Estos grupos se mezclaron con las poblaciones locales, dando lugar a una cultura híbrida que incorporaba elementos tanto celtas como íberos.
La llegada de los celtas a la región de Madrid tuvo un profundo impacto en la cultura y la sociedad de la zona. Los celtas introdujeron nuevas tecnologías, sistemas de organización social y creencias religiosas que transformaron la vida de los habitantes locales.
Los celtas eran conocidos por su religión animista, que otorgaba poderes divinos a la naturaleza y a los elementos. En la región de Madrid, se han hallado restos arqueológicos que sugieren la presencia de lugares sagrados celtas dedicados a dioses y rituales de culto a la naturaleza.
La cultura material de los celtas, como su arte y su artesanía, dejó una huella duradera en la región de Madrid. Los celtas eran conocidos por su habilidad en la metalurgia, y sus técnicas de trabajo del hierro y del bronce se difundieron por toda la península ibérica durante su presencia en la región.
En conclusión, la llegada de los pueblos celtas a la región de Madrid marcó un punto de inflexión en la historia de esta zona. La influencia celta se puede observar en diversos aspectos de la cultura y la sociedad de Madrid, desde su religión y arte hasta su tecnología y organización social. La presencia celta en Madrid dejó un legado duradero que ha perdurado a lo largo de los siglos y ha contribuido a la riqueza cultural de la región.