En un trágico suceso que ha conmocionado a la sociedad española, el Juzgado de Instrucción número 54 de Madrid ha cerrado la investigación sobre un altercado que resultó en la muerte de un hombre tras un evento musical. Este incidente ocurrió el 23 de julio de 2024, después de un concierto de Karol G en el emblemático estadio Santiago Bernabéu.

La corte ha determinado que los actos del agresor constituyen un delito de homicidio por imprudencia, según fuentes legales citadas por Europa Press. Este fallo refleja la gravedad de lo ocurrido y la necesidad de reflexionar sobre la violencia que puede surgir en situaciones de este tipo.

El incidente se desarrolló alrededor de la una de la madrugada, cuando la víctima, un joven que se encontraba en una videollamada con su pareja, fue inesperadamente atacado. Aparentemente, un grupo de mujeres que estaba presente lo acusó de grabarlas sin su permiso, lo que desató la confrontación.

Un hombre de 33 años, marcado por un llamativo tatuaje en su brazo, decidió intervenir en la disputa y, sin aviso alguno, golpeó desde atrás al joven que estaba sosteniendo el móvil. Este golpe hizo que la víctima cayera al suelo y sufriera un grave impacto en la cabeza contra el pavimento.

Los servicios de emergencia de Samur-Protección Civil llegaron rápidamente al lugar del suceso y encontraron al joven con una lesión craneoencefálica severa. Pese a los esfuerzos por estabilizarlo, fue ingresado en estado crítico en el Hospital de La Paz, donde lamentablemente falleció en la Unidad de Cuidados Intensivos el 24 de julio.

La Policía Municipal, que estaba presente en las proximidades regulando el tráfico tras el evento, brindó asistencia inicial y detuvo al supuesto agresor. Posteriormente, este fue interrogado por la Policía Nacional antes de ser presentado ante un juez apenas dos días después del incidente.

A pesar de las serias implicaciones de su accionar, el juez del Juzgado de Instrucción número 6 de Madrid decidió liberar al agresor de manera provisional. Sin embargo, se le han impuesto restricciones significativas, como la prohibición de salir del país y la obligación de presentarse ante el tribunal cada 15 días, mientras se sigue investigando este caso que pone de relieve cuestiones urgentes sobre la violencia en espacios de ocio.