En la localidad madrileña de Arganda del Rey se encuentra el singular cementerio para mascotas conocido como 'El Último Parque', el cual ha sido un santuario para más de 30.000 animales desde su apertura en 1983. Mayoritariamente perros y gatos, pero también jabalíes, serpientes, hámster e incluso algún mono han encontrado su descanso final en este lugar.

Los precios para dar sepultura a una mascota varían entre los 300 y los 6.000 euros, todo dependiendo de los servicios solicitados, según ha explicado Rodrigo Díaz-Carazo, propietario del cementerio, a Europa Press Televisión.

'El Último Parque' ofrece una variedad de servicios que incluyen el enterramiento, la recogida del cuerpo desde el domicilio hasta el cementerio, y la incineración. La opción de elegir la lápida, en función del tamaño y los materiales utilizados, puede elevar considerablemente el coste. Los dueños pueden optar entre una serie de opciones como tumbas de honor, preferentes, lápidas de obra, columbarios, minifosas, tumbas de granito, mármol o incluso lápidas con fotografías enmarcadas de la mascota.

La ubicación dentro del cementerio también influye en el precio, ya que se trata de un terreno de tres hectáreas y las áreas cercanas a la entrada tienen un costo mayor, según ha señalado Díaz-Carazo.

Para aquellos que prefieren la incineración, existe la posibilidad de enterrar las urnas con las cenizas cerca de un pino, que crecerá gracias a la vida que las cenizas de la mascota le proporcionan, ha mencionado el propietario.

En la actualidad, alrededor de 8.000 mascotas descansan en 'El Último Parque', aunque a lo largo de 40 años se estima que entre 30.000 y 40.000 animales han sido sepultados en este lugar, ya que el cementerio ofrece la opción de pagar una cuota de mantenimiento y cancelarla en el momento que se desee.

La idea de inaugurar un cementerio para mascotas surgió de forma casual, según ha explicado Díaz-Carazo, cuando su padre decidió enterrar a su perro en ese terreno y luego amigos hicieron lo mismo con sus mascotas. Aunque al principio hubo ciertas críticas, la idea fue ganando aceptación hasta convertirse en un negocio consolidado.

Recorrer este pinar es adentrarse en el amor que los dueños sentían por sus mascotas. Las dedicatorias y testimonios de entrega, amor y cariño hacia estos animales conmueven, al igual que las historias de valentía como la de 'Jara', la perra que salvó a su familia de un incendio, o 'Gar-Goris', quien defendió a su dueño durante un atraco a costa de su propia vida.

En 'El Último Parque' también se honran las costumbres de diferentes religiones, como el entierro de perros en dirección a la Meca por parte de dueños musulmanes, o el gesto de dejar alimento y agua para las mascotas de dueños asiáticos. Además, se rumorea que descansan aquí las mascotas de famosos futbolistas, actores, cantantes y hasta exministros.

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