
Los sabores clásicos como el turrón, la vainilla y el chocolate continúan dominando el mercado de helados en España, incluso mientras las preferencias de los consumidores empiezan a inclinarse hacia opciones más frutales.
En un reciente informe de la Asociación de Empresarios Artesanos del sector de la Pastelería de Madrid (Asempas), se revela que el área metropolitana de Madrid se destaca como uno de los lugares con mayor consumo de helados en el país. Andalucía, con un consumo del 22,3%, encabeza la lista, seguida por Levante (18,9%), Madrid (13,3%) y Barcelona (10,2%). Interesantemente, las mujeres representan el 53,4% de los consumidores, dejando a los hombres con el 46,6% en este dulce consumo.
El panorama del mercado de helados en Europa está liderado por Italia, Alemania y España, donde la estabilidad del consumo se mantiene, aunque el sector artesanal se ve afectado por un aumento constante en los costos. Para el año 2024, Italia se consolidará como el país europeo de referencia en ventas de helados, alcanzando más de 600 millones de raciones, seguida de Alemania y España, que comparte el 20,6% del mercado. Además, el helado representa ya el 4% de las salidas fuera del hogar en el continente.
Con un creciente interés por helados más saludables debido a preocupaciones dietéticas, la oferta del sector se está revolucionando. Desde opciones sin lactosa hasta sabores exóticos como el matcha y el yuzu, los productores están adaptándose para satisfacer esta demanda emergente, creando así nuevas oportunidades en la cadena de producción.
Según Eurostat, España fue el cuarto mayor productor de helados en la UE en 2024, con unas impresionantes 378 millones de litros. Sin embargo, el consumo entre junio de 2023 y mayo de 2024 fue de 140 millones de litros, una cifra casi estática. Es durante el verano cuando se concentra el 50% del consumo, mientras que en invierno desciende a un mero 7%.
El ámbito del consumo hogareño se sitúa en un promedio de 3,33 litros por persona al año, representando el 10,3% del total de productos lácteos, solo superado por las leches fermentadas y los quesos. Curiosamente, los adultos solteros son quienes más helado consumen, alcanzando cerca de 5 litros anuales por persona.
Cerca del 65% de las ventas de helados en España se realizan a través de supermercados, con los establecimientos de descuento e hipermercados en segundo lugar. Si bien el comercio digital y las tiendas físicas tradicionales presentan precios más altos, la expansión de heladerías artesanales ha facilitado el acceso al mercado de helados, siendo estas últimas la principal opción para los consumidores.
En lo que respecta al consumo fuera del hogar, este se estima en 0,84 litros por persona, aunque ha disminuido en un 8% debido a una menor frecuencia de compra. En cuanto a los precios, se ha observado un aumento del 30% en los últimos tres años, y se prevé un nuevo incremento entre el 5% y el 10% para 2025. Para hacer frente a este desafío, algunos productores artesanales han comenzado a experimentar con ingredientes alternativos.
El helado artesanal, apreciado por su frescura y calidad, está ganando popularidad en comparación con el helado industrial. La cantidad de aire que contiene (30-35%) afecta su textura y duración, y su elaboración diaria lo distingue como un producto fresco. Aunque los sabores tradicionales siguen teniendo su lugar en el corazón de los consumidores, hay un notable aumento en la preferencia por opciones como mango, limón, maracuyá y sorbetes, sobre todo en zonas costeras y en entornos urbanos donde abundan las opciones veganas.
Por su parte, la Asociación Nacional de Heladeros (ANHCEA) anticipa que el año 2025 será crucial para el sector, caracterizado por la innovación, la sostenibilidad y la adaptación a los nuevos gustos que están surgiendo entre los consumidores.
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