Una reciente sentencia ha marcado un hito en la lucha contra los delitos sexuales en línea, incluyendo abusos a menores, producción de pornografía infantil y ciberacoso.

El tribunal de la Audiencia Provincial de Madrid dictó una condena de 433 años de prisión para A.M.V., un hombre de 46 años originario de Córdoba (Argentina), quien fue declarado culpable de haber contactado a más de una veintena de niños a través del popular videojuego Fortnite. En el transcurso de este proceso, se demostró que incluso llegó a violar a uno de los menores a quienes había coaccionado a través de videollamadas.

Entre los cargos que enfrenta A.M.V. se destacan diez delitos graves, incluyendo una agresión sexual con penetración a un menor de 16 años, así como múltiples delitos de abusos sexuales, embaucamiento asociado al sexting, la producción de pornografía infantil y casos de ciberacoso, comúnmente conocido como grooming.

A pesar de que la pena total ascendía a más de cuatro siglos, el marco legal actual estipula que el máximo de cumplimiento es de 20 años, según el artículo 76.1 del Código Penal. Por lo tanto, tras cumplir tres cuartas partes de su condena, A.M.V. podría beneficiarse de un régimen de tercer grado o liberación condicional, enfrentándose entonces a la expulsión de España y con una prohibición de entrada al país durante diez años.

El condenado también tendrá que hacer frente a reparaciones económicas, ya que se le ha exigido indemnizar a las víctimas por un total aproximado de 90.000 euros, un intento de mitigar el daño causado a los jóvenes afectados.

Durante el juicio, se expuso que A.M.V. utilizó su acceso al videojuego durante el año 2021 para acercarse a menores de edad, estableciendo una relación de confianza a través de regalos y apoyos dentro del mismo juego, como artículos virtuales y moneda del juego. Una vez que lograba ganarse su confianza, el acusado empezó a solicitarlos que le mostraran sus genitales a través de videollamadas, aprovechando su vulnerabilidad.

El hombre fue descubierto tras un operativo que llevó a cabo la policía, que obtuvo una orden de registro para su domicilio en Málaga en septiembre de 2021. Durante esta intervención, se encontraron pruebas contundentes, incluyendo imágenes sexuales de al menos 25 menores, la mayoría de los cuales aún permanecen sin identificar.

Desde julio de 2023, A.M.V. se encuentra en prisión preventiva, y su caso subraya la urgente necesidad de reforzar las medidas de protección y educación sobre los riesgos que representan las interacciones en línea, especialmente para los más jóvenes.