Ayuso celebra su primer año de mayoría absoluta haciendo oídos sordos a Vox y señalando al Gobierno de Sánchez.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, celebra su primer año desde que obtuvo la mayoría absoluta en las elecciones, destacando medidas como el nuevo centro de ELA, las becas al estudio, el impulso a la Ciudad de la Justicia y las ayudas a la natalidad.

MADRID, 27 May.

Tras dos legislaturas condicionadas por compromisos con Ciudadanos y Vox, y con el Gobierno de Pedro Sánchez como blanco de críticas, Ayuso ha consolidado su posición política tras su gestión durante la pandemia y su victoria electoral en la región.

Con un gobierno técnico y unos Presupuestos aprobados en diciembre que aumentaron un 20%, la presidenta ha mantenido su línea de políticas basadas en baja fiscalidad y servicios públicos de calidad, convirtiendo a Madrid en una región en auge.

Destacan medidas como la construcción del Hospital 12 de Octubre, el nuevo centro de ELA, récord en becas para el estudio, creación de empleo, la puesta en marcha de la Ciudad de la Justicia, ayudas a la natalidad y la creación del Ballet Español.

En el ámbito legislativo, Ayuso ha logrado avances significativos, como la deflactación del IRPF, la creación de la Agencia de Ciberseguridad, la Ley de Economía Circular y la regulación de las distinciones honoríficas concedidas por el Gobierno regional.

Pese a la confrontación con el Gobierno central, Ayuso ha sacado adelante importantes leyes a través del Grupo Parlamentario Popular, como la Ley de Medidas para la Simplificación y la Eficiencia de Instituciones y Organismos de la Comunidad de Madrid, que ha generado controversia y oposición.

En el Parlamento, la relación con Vox ha sido tensa, con escasos acuerdos y constantes debates en la sesión de control. Ayuso ha mantenido su postura crítica hacia el Gobierno central, especialmente en temas como la gestión del Cercanías, la descentralización de obras de arte y la política fiscal.

Los enfrentamientos personales entre administraciones han sido constantes, desde polémicas como el "Me gusta la fruta" hasta acusaciones por delitos fiscales o críticas a la actividad laboral de familiares de políticos. La tensión sigue presente en el panorama político de la Comunidad de Madrid.