24h Madrid.

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La Policía revela detalles del violento ataque al enfermero de Alcalá y desmantela la narrativa del agresor.

La Policía revela detalles del violento ataque al enfermero de Alcalá y desmantela la narrativa del agresor.

Las cámaras de vigilancia del Hospital Príncipe de Asturias han revelado escenas perturbadoras del agresor, quien merodeó por las instalaciones mientras buscaba a su víctima, un enfermero, antes de llevar a cabo un ataque devastador.

En Madrid, el 5 de noviembre, comenzó el juicio contra Gonzalo R. I., de 42 años, quien enfrente la acusación de haber asesinado a un enfermero de Alcalá de Henares en marzo de 2021. Durante el proceso judicial, las autoridades policiales describieron con gran detalle la brutalidad del crimen, que incluyó múltiples cortes en el cuerpo de la víctima, resaltando la herida mortal en el cuello y otra que le causó un daño irreparable en los genitales.

El incidente tuvo lugar el 6 de marzo, cuando el acusado accedió al hospital vestido con su uniforme de conductor de ambulancias, armado con un cuchillo jamonero de 28 centímetros. Se presentó a las 13:45 horas, en busca de Sergio G., a quien consideraba una amenaza para su relación con su pareja de entonces.

Durante la audiencia, Gonzalo R. I. admitió haber agredido a su víctima en un arrebato de celos, justificando su accionar al afirmar que había sufrido un trastorno mental transitorio después de escuchar que la víctima supuestamente iba a continuar su relación con su ex pareja y su hija menor.

Los agentes de la Policía Científica que investigaron la escena del crimen comparecieron en el juicio, proporcionando un desglose escalofriante de los hallazgos. Señalaron que el cuerpo del enfermero presentaba lesiones graves, con cortes visibles en varias partes del cuerpo y salpicaduras de sangre evidentes en las paredes del lugar, un ambiente que los miembros del jurado pudieron observar a través de fotografías tomadas en el momento del suceso, donde la víctima yacía sobre un charco de sangre.

La Policía también presentó un desglose de las grabaciones de las cámaras de seguridad, que mostraron al acusado moverse por el hospital durante aproximadamente media hora mientras llevaba el cuchillo en su bolsillo, refutando así su versión de los hechos, en la que afirmaba que había entrado a buscar a su pareja y solo después salió por un cuchillo.

Los testimonios de los agentes indicaron que, una vez que Gonzalo localizó a su víctima, lo persiguió y lo agredió hasta su captura. Su uniforme de trabajador del hospital le permitió transitar libremente por el centro. Según se reporta, este ingresó al hospital armado desde un principio, una situación que generó alarma entre los presentes.

En respuesta a las interrogantes del abogado defensor sobre si quizás su cliente estaba buscando a otra persona, uno de los policías reafirmó que el agresor se movía de un lugar a otro, determinado a encontrar al enfermero al momento que finalmente lo atacó.

La brutalidad de la situación se intensificó cuando la Policía detuvo al agresor en la sala de enfermería, atrapado en el acto de seguir infligiendo cortes a la víctima caída en el suelo. Los agentes tuvieron que emplear escudos protectores para evitar una agresión adicional por parte del atacante aún armado.

En este contexto desgarrador, la fiscalía ha solicitado una pena de prisión de 21 años por el delito de asesinato, mientras que los familiares de la víctima piden una mayor condena de 25 años, considerando que existen múltiples agravantes que refuerzan la severidad del crimen, como el ensañamiento y la alevosía en el ataque.

Por su parte, el abogado defensor ha presentado los hechos como un homicidio, solicitando una eximente total por trastorno mental transitorio, y adicionalmente, una atenuante por arrebato emocional y trastorno mental transitorio.

Los trágicos sucesos ocurrieron el 6 de marzo de 2021 cuando el acusado, vestido con su uniforme de ambulancia, ingresó al hospital con el claro propósito de buscar y atacar a Sérgio G., quien se encontraba laborando allí como enfermero.

Una vez dentro del hospital, se dedicó a recorrer las áreas hasta que finalmente encontró a su objetivo. En un ataque sorpresivo y premeditado, se abalanzó sobre la víctima en la sala de descanso, apuñalándole repetidamente en diversas partes del cuerpo, lo que resultó en su muerte.

Desde aquel fatídico día, Gonzalo R. I. se encuentra en prisión, enfrentando las consecuencias de sus actos. Además de las penas de prisión solicitadas, la Fiscalía exige una indemnización de 940.000 euros para los familiares del fallecido, subrayando el impacto devastador de este trágico episodio.