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Pediatra de Guadarrama recibe siete años de prisión por abuso de menores en su consulta.

Pediatra de Guadarrama recibe siete años de prisión por abuso de menores en su consulta.

En un fallo reciente, la Audiencia Provincial de Madrid ha dictado una pena de siete años y medio de prisión a un pediatra diácono por abusos sexuales a dos menores en su propia consulta, ubicada en el centro de salud de Guadarrama, entre enero de 2020 y mayo de 2021.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, detalla la condena por un delito de abuso sexual y otro específico contra menores de dieciséis años. Además, se le impone una prohibición de ejercer cualquier actividad que implique contacto habitual con menores durante un periodo de diez años.

La Comunidad de Madrid también ha sido declarada responsable civil subsidiaria debido a que el condenado trabajaba bajo la Consejería de Sanidad como Facultativo Especialista de Pediatría en el mencionado centro de salud, situado en la calle de los Reyes Católicos en Guadarrama.

La fiscalía había solicitado una pena más severa, de nueve años de cárcel y trece años de inhabilitación profesional, demanda que también respaldó la acusación particular representada por los abogados Luis Mateo Ramírez y Enrique Díaz de Antonio. A pesar de la gravedad de los cargos, el pediatra continúa en activo en otra instalación de salud mientras espera una sentencia definitiva.

Según la fiscal, el médico había cultivado un vínculo personal con los padres de los niños, motivado por una atracción sexual que utilizaba para perpetrar los abusos contra sus pacientes.

El tribunal determinó que las acusaciones estaban fundamentadas tras escuchar los testimonios de las víctimas, quienes ofrecieron relatos que satisfacen los criterios legales para ser considerados como pruebas sólidas que desafían la presunción de inocencia.

Durante el juicio, el pediatra negó haber cometido los tocamientos denunciados, argumentando que su conducta en las exploraciones médicas fue profesional y apropiada, alegando que “nada ocurrió” como se había denunciado.

Uno de los casos involucró a un joven que acudió al centro de salud el 31 de enero de 2020 por un esguince de tobillo. A pesar de que su médico de cabecera había ordenado que se le vendara el tobillo por un enfermero, el acusado se ofreció a realizar el vendaje al reconocer al padre del joven, un acto que se tornó inapropiado al comenzar a tocar la zona genital del paciente.

El joven relató en el juicio que se sintió completamente desorientado cuando el pediatra comenzó a tocar sus genitales y expresó su incomodidad al respecto. Tras alertar a su padre, se generó un altercado que culminó con el pediatra llamando a la Guardia Civil.

En otro incidente, un chico de 19 años asistió a consulta el 13 de mayo para un examen por un quiste en la zona genital. Pese a los problemas psicológicos que atravesaba, el médico hizo que se desnudara bajo la excusa de examinar una cicatriz, momento en que procedió a realizar tocamientos inadecuados.

El pediatra también negó las acusaciones en este caso, insistiendo en que solo estaba realizando su trabajo. Sin embargo, el joven quedó sumido en una profunda angustia tras la consulta, evitando salir de casa por miedo a encontrarse con el acusado y rehusando regresar al centro de salud.

La situación se agravó cuando el 2 de septiembre de 2021, el pediatra contactó a la abuela del joven, solicitando su número de teléfono para recetar medicación relacionada con la vacuna contra el Covid. Este contacto resultó en una crisis nerviosa para el joven, quien decidió finalmente contarle a su familia lo sucedido, lo que llevó a una apertura sobre los abusos sufridos.