Un numeroso grupo de manifestantes ha llevado a cabo una serie de protestas en Madrid, específicamente en la Gran Vía y frente al Congreso de los Diputados. La presencia policial fue intensa para garantizar la seguridad y bloquear el acceso a la sede del PSOE en Ferraz.

La concentración comenzó en el Parque del Oeste y luego se trasladó a Ferraz. Posteriormente, los manifestantes se dirigieron hacia la Gran Vía con rumbo al Congreso de los Diputados, rodeados en todo momento por un fuerte dispositivo policial. Una vez en Neptuno, la Policía aseguró los alrededores de la Cámara Baja.

En un momento dado, el mismo grupo regresó por la Gran Vía para volver a la calle Ferraz, donde se produjo un abarrotamiento de la multitud y se lanzaron botellas de cristal y huevos tanto a los agentes como a los periodistas presentes, incluso se les apuntó con un láser verde para dificultar su trabajo.

Miles de manifestantes se congregaron por segundo día consecutivo en la calle Ferraz para expresar su descontento contra el Gobierno por los pactos con los independentistas y la ley de amnistía.

En cuanto a la seguridad, la Policía Nacional bloqueó el acceso a la sede socialista y reforzó la seguridad alrededor del Congreso de los Diputados, colocando vallas en los accesos y aumentando el número de antidisturbios.

En medio de los cánticos y consignas contra el Gobierno, los manifestantes mostraban pancartas con mensajes como "España no paga a traidores. Amnistía no" o "la Constitución destruye la nación".

En resumen, las protestas se desarrollaron en un ambiente de tensión y enfrentamiento entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad, reflejando el descontento contra los pactos del PSOE con los independentistas y la ley de amnistía.