24h Madrid.

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Ayuso compara su estilo de vida con la opulencia palaciega de Sánchez en una defensa personal.

Ayuso compara su estilo de vida con la opulencia palaciega de Sánchez en una defensa personal.

El 21 de julio, en Madrid, la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, salió al paso de las críticas que equiparan su reciente escapada a Rascafría con los lujosos gastos del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Ayuso defendió que no es lo mismo hacer uso de un avión oficial y hospedarse en palacios que llevar su propia comida y realizar compras en un supermercado local.

Durante un evento en Milla Canal, un proyecto encaminado a revitalizar las instalaciones deportivas de Canal de Isabel II y crear un nuevo espacio en la Fuente del río Lozoya, la presidenta explicó su estancia en Rascafría. Según sus palabras, había pasado dos días en una casa, donde llevó su propia comida y comió en un restaurante del pueblo, un gesto que enfatiza su compromiso con el uso responsable de los recursos.

Las declaraciones de Ayuso surgen en un contexto de tensión política, después de que el PSOE-M solicitara formalmente una visita al chalet de El Paular, donde la presidenta se alojó con su familia. Este requerimiento ha sido acompañado de una propuesta de ley de Más Madrid para que el uso del patrimonio de la Comunidad de Madrid por parte de cargos públicos se ajuste a lo que cualquier ciudadano podría hacer.

Ayuso, visiblemente molesta, consideró que estas críticas son “un ataque personal” motivado por una campaña centrada en su figura. Aseguró que la comparación entre su estancia y el derroche de los viajes en Falcon y los lujosos alojamientos de Sánchez es injusta y carece de base. Además, denunció la falta de transparencia en la utilización de esos espacios oficiales y planteó la existencia de oscuros intereses detrás de dichas acusaciones.

La presidenta defendió su derecho a descansar en una propiedad que no le costó nada a los contribuyentes, argumentando que está siendo víctima de una campaña de desprestigio. En su defensa, resaltó que ella cubre todos sus gastos personales, desde sus viajes hasta sus cenas, y cuestionó si el presidente puede decir lo mismo sobre su forma de gestionar sus finanzas.

Para Ayuso, lo que está en juego es un intento deliberado de arruinar su imagen. “Si hubiera vivido debajo de un puente, ya habrían intentado buscar un escándalo en ello”, expresó. Tras años de ataques directos, siente que cualquier movimiento que realice es scrutinizado con un enfoque agresivo por parte de la oposición.

Tan vehemente fue su respuesta que añadió que el gasto de un solo viaje oficial en Falcon podría equipararse a la totalidad del presupuesto de la Comunidad durante un año. Ayuso considera que las comparaciones que se realizan no solo son exageradas, sino que también intentan desenfocar la real problemática de corrupción que afecta a otros políticos, sugiriendo que se trata de un intento de desviar la atención.

Respecto al proyecto de Rascafría, la presidenta recalcó su importancia para los madrileños y el valor ecológico de la finca, que ahora forma parte del Parque Nacional de Guadarrama. Según el consejero de Medio Ambiente, Carlos Novillo, esta propiedad fue adquirida por 4,3 millones de euros y es relevante por su potencial ecológico. Además, incluye varias instalaciones que beneficiarán a la comunidad, como una ermita recuperada y una Casa de la Madera que se convertirá en centro de interpretación de la flora y fauna de la zona.

Novillo manifestó su deseo de que los críticos puedan visitar la finca y apreciar su valor. “Estamos abiertos a que se vea y se reconozca lo que realmente representa”, concluyó. La defensa de la presidenta Ayuso, que se escuda en su supuesta transparencia y responsabilidad económica, continúa levantando polémica en un clima político cada vez más polarizado en la Comunidad de Madrid.