En 2024, las fuerzas policiales realizan casi 5.000 intervenciones y se registran más de 71.000 denuncias por narcotráfico en la región.

El reciente informe sobre las detenciones por tráfico de drogas en la Comunidad de Madrid revela una ligera creciente en los arrestos durante 2024, con un total de 4.968 casos, lo que representa un aumento del 1% en comparación con las 4.921 detenciones del año anterior.
En el ámbito de las denuncias relativas a estos delitos, se registraron 71.078 casos en 2024, una cifra prácticamente estable frente a las 71.159 denuncias del año anterior, según el análisis de estadísticas elaborado por el Instituto de Estadística de la comunidad.
Analizando las sustancias incautadas, la cocaína se posiciona como la droga más confiscada con un total de 6,34 toneladas, aunque esta cifra ha disminuido un 17,8% en comparación con el año previo, cuando se intervinieron 7,58 toneladas. La caída en las cantidades de otras drogas también es notable.
La marihuana, por otro lado, ocupa el segundo lugar en las incautaciones, con aproximadamente 2,6 toneladas confiscadas. Sin embargo, su cantidad ha caído drásticamente en un 72% desde 2023, cuando se encontraron más de 5,5 toneladas.
El hachís completa la lista con 2.002.659 gramos incautados en 2024, lo que representa un desplome significativo del 134,4% en comparación con las cifras del año pasado, donde se hallaron más de 10 toneladas.
Entre las sustancias menos comunes, se reportaron cantidades mínimas de opio, morfina y crack, además de benzodiacepinas y medicamentos para la disfunción eréctil, lo que ilustra un panorama variado en el perfil de las drogas que circulan en la región.
Como parte del Plan Regional Contra las Drogas, las autoridades madrileñas lanzaron una encuesta a finales de 2024 para evaluar la percepción pública sobre el consumo de sustancias en la zona. Los resultados arrojan que casi la mitad de los encuestados considera el cannabis y los hipnosedantes como las drogas más usadas.
La encuesta, realizada entre más de 1.500 participantes, revela que los hipnosedantes son los más consumidos (26%), seguidos por el cannabis (20%) y los analgésicos opioides (13%). En contraposición, la heroína y la cocaína son vistas como las sustancias más peligrosas, con una valoración de riesgo alta, especialmente entre los jóvenes de 14 a 17 años.
Los resultados también destacan que la educación en escuelas se considera el método más eficaz para la prevención de adicciones, con un 77% de apoyo entre los participantes. Los centros educativos son reconocidos como la principal fuente de información para los adolescentes.
Consciente de esto, el Plan Regional contra las Drogas enfatiza la importancia de los colegios como espacios clave para la difusión de información preventiva. Entre las iniciativas propuestas se incluyen buzones de denuncia anónima, talleres educativos y charlas con la policía.
Adicionalmente, se ha implementado una campaña creativa utilizando 'carteles-espejos' para concienciar a los jóvenes sobre los efectos negativos del consumo de drogas. Esta propuesta invita a los menores a reflexionar sobre sus decisiones al verse en un espejo que distorsiona su imagen, simbolizando las consecuencias del consumo.
Finalmente, la mayoría de los encuestados manifestaron que acudirían a centros de atención a drogodependientes (64%) o a hospitales y servicios de salud (55%) si necesitaran ayuda por adicción, evidenciando la búsqueda de recursos disponibles en la comunidad para enfrentar esta problemática.
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