El 27 de octubre en Madrid, el alcalde José Luis Martínez-Almeida lanzó una crítica contundente hacia el Gobierno español, acusándolo de fomentar una cultura de “revanchismo y enfrentamiento”. Durante su intervención en Los Ahijones, el regidor instó a la administración central a que colocara una placa de memoria democrática en lo que él denominó como la “checa de Fomento del Partido Socialista”, un espacio histórico asociado con el Círculo de Bellas Artes.

“El actual Gobierno parece más interesado en agitar viejas disputas que en construir puentes para la reconciliación y preservar la memoria democrática”, afirmó Almeida, haciendo hincapié en que durante la gestión de Manuela Carmena se abrieron vías para recordar tanto a las víctimas de la Guerra Civil como a las de la posguerra en el cementerio de la Almudena. Sin embargo, criticó que el Ejecutivo central solo reconozca algunos lugares de memoria sin hacer referencia a la gran cantidad de personas que fueron fusiladas durante esos tiempos turbulentos.

El alcalde también subrayó la importancia de abordar la memoria histórica desde una perspectiva de “honestidad y respeto” para con todas las víctimas del conflicto, enfatizando que el foco no debería estar solamente en un grupo, sino en todos aquellos que sufrieron. “Es fundamental reconocer a todas las víctimas, no sólo a algunas”, remarcó.

En un momento de análisis crítico, Almeida retó al Gobierno a que se atreviera a rendir homenaje a las víctimas de la checa mencionada, donde se llevaron a cabo actos de violencia extrema bajo la dirección de Agapito García Atadell, un líder socialista. “Ese lugar es un símbolo de lo que no debería ser olvidado, donde se perpetraron violaciones y torturas”, puntualizó.

A pesar de sus firmezas, el alcalde defendió la necesidad de fomentar un clima de reconciliación en lugar de odio. “Mientras nosotros buscamos sanar las heridas del pasado, ellos parecen empeñados en reabrirlas”, añadió, aludiendo a las discusiones actuales sobre la Transición. “No entiendo la necesidad de revivir conflictos que ya habíamos superado”, concluyó, insistiendo en que todos, tanto los afectados durante la guerra como en la posguerra, merecen ser recordados y honrados por la sociedad.