24h Madrid.

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En septiembre comienza el juicio contra el pederasta de Valdeavero por abusos a menores cercanos a su hijo.

En septiembre comienza el juicio contra el pederasta de Valdeavero por abusos a menores cercanos a su hijo.

La Audiencia Provincial de Madrid se apresta a iniciar un juicio el próximo 24 de septiembre contra Cristóbal López, apodado 'El Toba', acusado de abusar sexualmente de al menos diez menores en la frutería que dirigía en Valdeavero.

La fiscalía ha solicitado una condena de 98 años de prisión, en base a los delitos de agresión sexual a menores de 16 años, así como exhibicionismo y provocación sexual hacia menores. Por su parte, la acusación particular, representada por el abogado Juan Manuel Medina, ha establecido un pedido incluso mayor, elevando la solicitud a 105 años de cárcel.

Este caso se une a la condena previa de 19 años impuesta a 'El Toba' en octubre de 2023, relacionada con una agresión sexual a un chico de 15 años, ocurrida en agosto de 2022. En otro juicio en enero de 2024, fue absuelto de un caso similar de corrupción de menores, aunque durante el mismo alegó que pudo haber sido víctima de un engaño al ser vinculado a un chat sexual que contenía imágenes de niños.

Según información del fiscal, los abusos sucedían tanto en la frutería como en el hogar de Cristóbal, donde las víctimas, todos menores de entre 3 y 13 años, mantenían amistad con su hijo o eran hijos de su entorno familiar.

La detención del sospechoso tuvo lugar en diciembre de 2020, después de que la madre de una de las víctimas presentara una denuncia, a pesar de las amenazas que 'El Toba' profería a los niños para que no revelaran lo sucedido.

Las investigaciones de la Guardia Civil indican que el acusado aprovechaba su negocio para atraer a los menores, ofreciéndoles golosinas y refrescos gratuitos, momento que utilizaba para abusar sexualmente de ellos, tocando sus partes íntimas al introducir su mano en los pantalones de los niños.

De acuerdo a los documentos a los que tuvo acceso Europa Press, Cristóbal había estado a cargo de la frutería KEAI, situada en la Plaza Víctimas del Terrorismo de Valdeavero, desde octubre de 2018. Allí residía con sus dos hijos, uno de los cuales mantenía un grupo de amigos con quienes jugaba al fútbol en la plaza cercana, un lugar frecuentado por muchos de los padres de las víctimas.

El acusado gozaba de una relación de confianza con los progenitores, algo que también se extendía a sus hijos, creando un entorno en el que se sentía envalentonado para perpetrar los abusos. A partir de estas relaciones, 'El Toba' explotaba su posición y su "pulsión sexual depredatoria" hacia los amigos de su hijo, mostrando a los menores contenido pornográfico y amenazándolos con violencia si osaban hablar de los abusos.

Las consecuencias de estas experiencias han llevado a las víctimas a enfrentar serios problemas emocionales y ansiedad postraumática, manifestando trastornos del sueño que han requerido tratamiento psicológico para su recuperación.