El exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias y la exministra de Igualdad Irene Montero fueron recibidos con insultos y amenazas a su llegada a los juzgados de lo Penal de Madrid, donde se llevará a cabo el juicio contra el hombre que los acosó en su chalé de Galapagar durante siete meses.
Un grupo de personas de extrema derecha los increpó, llamándolos "miserables", "sinvergüenzas", "vende obreros", "asquerosos" y "aprovechados" entre otros improperios.
En declaraciones, Iglesias denunció la estrategia de acoso y violencia utilizada para intentar que abandonaran el país y la política, destacando que si hubieran sido ministros del PP o PSOE la situación habría sido distinta.
Por su parte, Montero señaló a Miguel Frontera como el instigador del acoso que sufrieron, y lo calificó como parte de una violencia sin precedentes contra su formación política para frenar los avances sociales.
Ante la tensión en los juzgados, Iglesias se encaró con un hombre que los increpó, mientras Montero solicitó intervención de seguridad al salir del recinto. La Policía Municipal de Madrid tuvo que intervenir en medio de los incidentes.
El acusado, Miguel Frontera, enfrenta una pena de tres años de cárcel por acoso e injurias contra la pareja, afectando su vida familiar y actividades diarias. El fiscal argumenta que los constantes ruidos y expresiones ofensivas perturbaban la tranquilidad de la familia, limitando sus movimientos por temor a que los niños fueran testigos de la situación.
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