El 16 de octubre en Madrid, una multitud diversa se reunió frente a la sede de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) para manifestarse en contra de la alarmante siniestralidad laboral. Convocados por los sindicatos Comisiones Obreras (CC.OO.) y la Unión General de Trabajadores (UGT), los asistentes exigieron a las autoridades medidas urgentes para hacer frente a lo que califican como una "epidemia silenciosa" en el ámbito laboral.

Bajo el lema "¡Movilízate! Poner fin a la siniestralidad laboral es un deber empresarial", la protesta fue liderada por figuras destacadas de ambos sindicatos, como Pepe Álvarez y Unai Sordo. También estuvieron presentes representantes de diferentes secciones de UGT y CC.OO. que apoyan esta causa, destacando la seriedad de los accidentes que ocurren en el país.

La manifestación tuvo lugar en la calle Diego de León, cerca de la intersección con Príncipe de Vergara, donde muchos participantes portaban cruces de madera negra que simbolizaban diversas causas de muerte en el trabajo. Frases como "atrapamiento", "caída en altura" e "infarto laboral" destacaban en los carteles. La escena también incluyó un ataúd negro, colocado de manera simbólica para enfatizar la gravedad de las pérdidas humanas en el ámbito laboral.

A lo largo del evento, los manifestantes hicieron escuchar su voz con consignas como "basta ya de morir por trabajar" y "queremos salud, no un ataúd". Además, se realizaron representaciones dramáticas en las que figurantes se desplomaban al suelo mientras una voz en off relataría las diversas causas de fallecimientos laborales, que incluyeron problemas de salud mental y la falta de recursos para una adecuada prevención. Un respetuoso minuto de silencio se llevó a cabo en homenaje a las víctimas.

En declaraciones a la prensa, Susana Huertas, secretaria general de UGT en Madrid, subrayó que la siniestralidad no es meramente un "accidente", sino el resultado de la falta de prevención y múltiples factores de riesgo. Reiteró la necesidad de establecer una estrategia de prevención real y efectiva, más allá de los documentos que a menudo quedan guardados sin aplicarse.

Por su parte, Daniel Barragán, secretario general de CC.OO. del Hábitat, denunció la reciente pérdida de "tres compañeros" en el sector de la construcción, advirtiendo que las empresas tienen la responsabilidad ética y legal de asegurar la seguridad laboral de sus empleados. Criticó la percepción que algunas empresas tienen sobre el valor de la vida humana, aseverando que se seguirán realizando estas demandas de manera constante en las calles.

El Gobierno de la Comunidad de Madrid, en contraste con las preocupaciones de los manifestantes, ha defendido que el índice de siniestralidad laboral en la región alcanzó su nivel más bajo en 2024, según cifras del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo. Estas estadísticas indican que, aunque Madrid presenta números más favorables que la media nacional, sigue siendo una preocupación constante para los sindicatos, quienes argumentan que un solo accidente es uno de demasiados.

Durante la concentración, Pepe Álvarez hizo hincapié en que la patronal es "la principal culpable" de los accidentes laborales en el país. Criticó la falta de acción y el cinismo con que se aborda esta problemática, mientras que la gran cantidad de personas que quedan con discapacidades permanentes merece la misma atención que los fallecimientos. Reiteró la necesidad de una legislación robusta en prevención de riesgos laborales.

Unai Sordo, secretario general de CC.OO., también cuestionó la respuesta social hacia estos trágicos eventos, señalando que si las muertes por otras causas fueran tan comunes, habría un escándalo y una movilización pública inmediata. Resaltó, además, que un alarmante 36% de los accidentes laborales en el país ocurren debido a situaciones que no están contempladas en los planes de prevención vigentes.